Según los resultados oficiales, el 'no' a la independencia de Nueva Caledonia se impuso con el 56,4% de los votos, contra 43,6% a favor del 'sí'. La participación fue masiva, del 80,63%.
Nueva Caledonia dijo "no" este domingo a la independencia y optó por permanecer en Francia, al término de un histórico referéndum en este estratégico territorio de 270,000 habitantes en el suroeste del océano Pacífico.
Según los resultados oficiales definitivos, el no a la independencia de Nueva Caledonia se impuso con el 56,4% de los votos, contra 43,6% a favor del sí. La participación fue masiva, del 80,63%.
Los 175,000 electores de este archipiélago francés situado a unos 1,500 kilómetros al este de Australia debían decidir en las urnas si deseaban que Nueva Caledonia accediera "a la plena soberanía y (fuera) independiente". Los sondeos auguraban una clara victoria del no.
Tras divulgarse los resultados, el presidente francés Emmanuel Macron expresó a los habitantes del archipiélago su "inmenso orgullo" de haber "superado juntos esta histórica etapa".
"Quiero expresar el orgullo que supone para el jefe de Estado que la mayoría de los neocaledonios hayan optado por Francia", declaró el presidente en una intervención televisada, en la que señaló que "el único camino es el del diálogo".
A pesar de la victoria del no, los independentistas acogieron favorablemente el resultado, que desmiente los sondeos que predecían una victoria del no por entre 63 y 75%.
Los perdedores, de fiesta
Alentados, enseguida reafirmaron su voluntad de ir hasta el final del Acuerdo de Numea de 1998 y pedir la organización de otros dos referendos en los cuatro próximos años, como prevé el texto.
Louis Mapou, jefe del grupo independentista UNI-FLNKS en el Congreso, dijo que "los independentistas están todavía más motivados para pedir un segundo y un tercer referéndum", dijo.
El domingo por la noche, el ambiente era mucho más festivo entre los perdedores que entre los ganadores. "Son los que perdieron los que están festejando", constató Philippe Gomès, líder del principal partido no independentista, Calédonie Ensemble (derecha moderada).
La consulta, prevista por el Acuerdo de Numea, estaba destinada a continuar la labor de reconciliación entre el pueblo autóctono de los canacos, que representan menos del 40% de la población, y los caldoches, de origen europeo, iniciada en 1988 tras una sucesión de confrontaciones violentas.
El episodio más trágico fue la toma de gendarmes como rehenes en la isla de Uvea en mayo de 1988, en la que murieron 25 personas, entre ellas 19 independentistas canacos.
AFP
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