El propietario del emblemático edificio divulgó varias encuestas para demostrar que ni los neoyorquinos ni el resto de estadounidenses están a favor de que se altere el "skyline" de Manhattan.
Las autoridades de Nueva York aprobaron los planes para levantar un rascacielos cerca del Empire State Building y de una altura similar a la del icónico edificio, cuyos dueños habían lanzado una intensa campaña contra un inmueble que a su juicio destruirá el "skyline" neoyorquino.
El Concejo de Nueva York aprobó con sólo un voto en contra de 47 el proyecto impulsado por la promotora Vornado Realty Trust, que quiere derribar el Hotel Pensilvania -situado a dos manzanas del Empire State- y levantar un edificio de cristal, con 67 plantas y tan sólo unos diez metros más bajo que el legendario rascacielos.
El desenlace de la votación podría poner fin a la campaña mediática lanzada por Malkin Holdings, propietaria del emblemático edificio, para tratar de convencer a las autoridades de que prohibieran la construcción, o bien modificarán los planos del nuevo edificio.
El baluarte de la campaña ha sido Anthony Malkin, presidente de Malkin Holdings, quien pidió la ayuda de los neoyorquinos para presionar al Concejo de Nueva York, pero quien también se ha ganado la antipatía de muchos tras negarse a iluminar mañana el Empire State para celebrar el centenario del nacimiento de la Madre Teresa de Calcuta.
"El Concejo no ha escuchado nuestra posición. Al fin y al cabo son sus integrantes, elegidos democráticamente por la ciudad, quienes debían decidir", señaló un resignado Malkin en un comunicado emitido tras conocerse la decisión de las autoridades neoyorquinas.
Malkin, que ha sido objetivo durante meses de las protestas de organizaciones católicas y varias autoridades locales debido a su negativa de honrar a la Madre Teresa, insistió en que el nuevo edificio, llamado 15 Penn Plaza, está "demasiado cerca del Empire State por su diseño y tamaño".
En los últimos días, el propietario del emblemático edificio con casi 80 años de historia ha divulgado varias encuestas para demostrar que ni los neoyorquinos ni el resto de estadounidenses están a favor de que se altere el "skyline" de Manhattan.
Makin, que se define como el dueño de "la imagen más icónica del "skyline" neoyorquino", recordó asimismo que por cada persona que está a favor del proyecto hay dos en contra de un edificio al que ha tildado en más de una ocasión de "monstruosidad" y del que dice que afectará a la industria turística de la ciudad.
Su empeño hizo esta semana que numerosos medios locales hablaran de "la batalla por el skyline" e incluso el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, tuvo que recordar este martes que nadie es propietario del paisaje urbano de la ciudad y que en ésta hay espacio para "más de un edificio alto".
"Cada persona que construye un edificio en Nueva York altera el "skyline" de la ciudad. No podemos ir pidiendo perdón a cada uno de los dueños de otros inmuebles cada vez que eso ocurre. La competencia es algo maravilloso", indicó el alcalde, quien cree que el 15 Penn Plaza es "una buena suma a la paisaje de la ciudad".
El nuevo edificio, cuyas obras aún no cuentan con una fecha de inicio, se ubicará ante el estadio Madison Square Garden, en la calle 32 y la Séptima Avenida, a dos manzanas del Empire State.
Malkin, que ha divulgado imágenes de cómo quedará la ciudad tras la construcción del nuevo inmueble, considera que, debido a su cercanía, provocará que éste oculte buena parte del Empire State si se divisa el "skyline" desde la orilla oeste del río Hudson e incluso desde el interior de la ciudad.
Además, ha alertado reiteradamente de las "terribles" consecuencias que podría tener que el nuevo edificio también planee iluminar su punto más alto de noche, como hace ahora el Empire State.
Esa preocupación se ha interpretado como una lucha de los dueños del actual rascacielos más alto de Nueva York por seguir dominando en exclusiva el "skyline" hasta que se levante, mucho más al sur, la torre más alta de las que se edifican en la zona cero.
EFE
El Concejo de Nueva York aprobó con sólo un voto en contra de 47 el proyecto impulsado por la promotora Vornado Realty Trust, que quiere derribar el Hotel Pensilvania -situado a dos manzanas del Empire State- y levantar un edificio de cristal, con 67 plantas y tan sólo unos diez metros más bajo que el legendario rascacielos.
El desenlace de la votación podría poner fin a la campaña mediática lanzada por Malkin Holdings, propietaria del emblemático edificio, para tratar de convencer a las autoridades de que prohibieran la construcción, o bien modificarán los planos del nuevo edificio.
El baluarte de la campaña ha sido Anthony Malkin, presidente de Malkin Holdings, quien pidió la ayuda de los neoyorquinos para presionar al Concejo de Nueva York, pero quien también se ha ganado la antipatía de muchos tras negarse a iluminar mañana el Empire State para celebrar el centenario del nacimiento de la Madre Teresa de Calcuta.
"El Concejo no ha escuchado nuestra posición. Al fin y al cabo son sus integrantes, elegidos democráticamente por la ciudad, quienes debían decidir", señaló un resignado Malkin en un comunicado emitido tras conocerse la decisión de las autoridades neoyorquinas.
Malkin, que ha sido objetivo durante meses de las protestas de organizaciones católicas y varias autoridades locales debido a su negativa de honrar a la Madre Teresa, insistió en que el nuevo edificio, llamado 15 Penn Plaza, está "demasiado cerca del Empire State por su diseño y tamaño".
En los últimos días, el propietario del emblemático edificio con casi 80 años de historia ha divulgado varias encuestas para demostrar que ni los neoyorquinos ni el resto de estadounidenses están a favor de que se altere el "skyline" de Manhattan.
Makin, que se define como el dueño de "la imagen más icónica del "skyline" neoyorquino", recordó asimismo que por cada persona que está a favor del proyecto hay dos en contra de un edificio al que ha tildado en más de una ocasión de "monstruosidad" y del que dice que afectará a la industria turística de la ciudad.
Su empeño hizo esta semana que numerosos medios locales hablaran de "la batalla por el skyline" e incluso el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, tuvo que recordar este martes que nadie es propietario del paisaje urbano de la ciudad y que en ésta hay espacio para "más de un edificio alto".
"Cada persona que construye un edificio en Nueva York altera el "skyline" de la ciudad. No podemos ir pidiendo perdón a cada uno de los dueños de otros inmuebles cada vez que eso ocurre. La competencia es algo maravilloso", indicó el alcalde, quien cree que el 15 Penn Plaza es "una buena suma a la paisaje de la ciudad".
El nuevo edificio, cuyas obras aún no cuentan con una fecha de inicio, se ubicará ante el estadio Madison Square Garden, en la calle 32 y la Séptima Avenida, a dos manzanas del Empire State.
Malkin, que ha divulgado imágenes de cómo quedará la ciudad tras la construcción del nuevo inmueble, considera que, debido a su cercanía, provocará que éste oculte buena parte del Empire State si se divisa el "skyline" desde la orilla oeste del río Hudson e incluso desde el interior de la ciudad.
Además, ha alertado reiteradamente de las "terribles" consecuencias que podría tener que el nuevo edificio también planee iluminar su punto más alto de noche, como hace ahora el Empire State.
Esa preocupación se ha interpretado como una lucha de los dueños del actual rascacielos más alto de Nueva York por seguir dominando en exclusiva el "skyline" hasta que se levante, mucho más al sur, la torre más alta de las que se edifican en la zona cero.
EFE
Comparte esta noticia