En su último día en China, el mandatario se reunió con el primer ministro, Wen Jiabao, con quien conversó asuntos de economía y el programa nuclear de Corea del Norte.
El presidente de EEUU, Barack Obama, culminó hoy con una reunión con el primer ministro, Wen Jiabao, y una visita a la Gran Muralla un viaje de Estado a China en el que ha buscado establecer una relación estratégica con la gran potencia emergente.
En un comunicado al final de la visita, la Casa Blanca aseguró que el viaje "ha demostrado la profundidad y la amplitud de los desafíos donde la cooperación de EEUU y China es crítica. Sus conversaciones con el presidente Hu han fortalecido las posibilidades para una futura cooperación".
El presidente estadounidense, indicó la Casa Blanca, ha invitado al presidente chino, Hu Jiabao, a visitar Washington el año próximo, algo que éste ha aceptado.
Obama concluyó su visita a Pekín con un recorrido por la Gran Muralla y una reunión con Wen en la que abordó asuntos como la economía y el programa nuclear de Corea del Norte.
El primer ministro chino se desplazó a Pyongyang el mes pasado para una reunión en la que el líder norcoreano, Kim Jong Il, le expresó su voluntad de retomar las negociaciones a seis bandas sobre su programa nuclear si EEUU accedía a mantener conversaciones bilaterales.
Al comienzo de la reunión Obama expresó a Wen que la relación de su país con China ha dejado de estar meramente centrada en la economía para extenderse a toda una gama de problemas globales.
"La relación solía centrarse únicamente en la economía y el comercio y ahora se expande para abordar toda una serie de asuntos globales en los que la cooperación entre EEUU y China es crítica", declaró Obama al comienzo de una reunión con el primer ministro chino, Wen Jiabao, en Pekín.
Por su parte, Wen declaró que "realmente estamos en el camino de avanzar en esta relación".
Obama ya se había reunido el martes con Hu con quien abordó una amplia gama de asuntos, desde el cambio climático a los programas nucleares de Corea del Norte e Irán, desde la economía a los derechos humanos.
Ambos alabaron el buen estado de la relación pero parecieron registrar escasos avances concretos. En algunos aspectos, como el comercio -donde Hu advirtió a EEUU contra el "proteccionismo en todas sus formas"- o los derechos humanos, donde un comunicado conjunto admitió "disensiones", las diferencias fueron manifiestas.
Sin embargo, la Casa Blanca considera que ha cumplido el objetivo de su viaje, que según afirma ha sido comenzar un intercambio de impresiones con la potencia emergente.
"No esperábamos que se fueran a abrir los cielos y que todo fuera a cambiar en el curso de una visita de dos días y medio a China", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.
"Entendemos que hay mucho trabajo por hacer y que seguiremos trabajando duro para lograr más progresos", explicó el portavoz.
La Casa Blanca puede apuntar a algunos logros como confirmación de que la relación bilateral, en palabras del embajador estadounidense, Jon Huntsman, se encuentra "en mejor estado que nunca".
En una declaración conjunta, ambos países se comprometen a aumentar su colaboración en asuntos como las energías limpias o el cambio climático.
También expresan su compromiso en colaborar en cuestiones económicas o acerca del programa nuclear iraní.
La actitud de Obama en su visita varió mucho de la de su predecesor, George W. Bush, que siempre reclamó con contundencia a China el respeto de los derechos humanos. El actual mandatario ha optado por una actitud más discreta -si bien recordó a Hu la necesidad de garantizar "derechos universales" a todos-, que espera que le rinda mejores resultados a largo plazo.
En su visita, Obama ha optado por una actitud de deferencia hacia las autoridades chinas y ha subrayado en todo momento la "magnificencia" de este país.
En parte por su propia curiosidad, y en parte como una pieza más de esta estrategia, el presidente ha tenido buen cuidado en visitar algunas de las joyas culturales chinas, la Ciudad Prohibida y hoy la Gran Muralla.
"Zhong gua de gua, zhong dou de dou" es un proverbio chino que significa "Quien siembra sandías, cosecha sandías. Quien siembra judías, cosecha judías", para significar que se recoge lo que se siembra.
Obama espera haber sembrado las semillas de una exitosa relación con China. Habrá que ver qué es lo que cosecha. EFE
En un comunicado al final de la visita, la Casa Blanca aseguró que el viaje "ha demostrado la profundidad y la amplitud de los desafíos donde la cooperación de EEUU y China es crítica. Sus conversaciones con el presidente Hu han fortalecido las posibilidades para una futura cooperación".
El presidente estadounidense, indicó la Casa Blanca, ha invitado al presidente chino, Hu Jiabao, a visitar Washington el año próximo, algo que éste ha aceptado.
Obama concluyó su visita a Pekín con un recorrido por la Gran Muralla y una reunión con Wen en la que abordó asuntos como la economía y el programa nuclear de Corea del Norte.
El primer ministro chino se desplazó a Pyongyang el mes pasado para una reunión en la que el líder norcoreano, Kim Jong Il, le expresó su voluntad de retomar las negociaciones a seis bandas sobre su programa nuclear si EEUU accedía a mantener conversaciones bilaterales.
Al comienzo de la reunión Obama expresó a Wen que la relación de su país con China ha dejado de estar meramente centrada en la economía para extenderse a toda una gama de problemas globales.
"La relación solía centrarse únicamente en la economía y el comercio y ahora se expande para abordar toda una serie de asuntos globales en los que la cooperación entre EEUU y China es crítica", declaró Obama al comienzo de una reunión con el primer ministro chino, Wen Jiabao, en Pekín.
Por su parte, Wen declaró que "realmente estamos en el camino de avanzar en esta relación".
Obama ya se había reunido el martes con Hu con quien abordó una amplia gama de asuntos, desde el cambio climático a los programas nucleares de Corea del Norte e Irán, desde la economía a los derechos humanos.
Ambos alabaron el buen estado de la relación pero parecieron registrar escasos avances concretos. En algunos aspectos, como el comercio -donde Hu advirtió a EEUU contra el "proteccionismo en todas sus formas"- o los derechos humanos, donde un comunicado conjunto admitió "disensiones", las diferencias fueron manifiestas.
Sin embargo, la Casa Blanca considera que ha cumplido el objetivo de su viaje, que según afirma ha sido comenzar un intercambio de impresiones con la potencia emergente.
"No esperábamos que se fueran a abrir los cielos y que todo fuera a cambiar en el curso de una visita de dos días y medio a China", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.
"Entendemos que hay mucho trabajo por hacer y que seguiremos trabajando duro para lograr más progresos", explicó el portavoz.
La Casa Blanca puede apuntar a algunos logros como confirmación de que la relación bilateral, en palabras del embajador estadounidense, Jon Huntsman, se encuentra "en mejor estado que nunca".
En una declaración conjunta, ambos países se comprometen a aumentar su colaboración en asuntos como las energías limpias o el cambio climático.
También expresan su compromiso en colaborar en cuestiones económicas o acerca del programa nuclear iraní.
La actitud de Obama en su visita varió mucho de la de su predecesor, George W. Bush, que siempre reclamó con contundencia a China el respeto de los derechos humanos. El actual mandatario ha optado por una actitud más discreta -si bien recordó a Hu la necesidad de garantizar "derechos universales" a todos-, que espera que le rinda mejores resultados a largo plazo.
En su visita, Obama ha optado por una actitud de deferencia hacia las autoridades chinas y ha subrayado en todo momento la "magnificencia" de este país.
En parte por su propia curiosidad, y en parte como una pieza más de esta estrategia, el presidente ha tenido buen cuidado en visitar algunas de las joyas culturales chinas, la Ciudad Prohibida y hoy la Gran Muralla.
"Zhong gua de gua, zhong dou de dou" es un proverbio chino que significa "Quien siembra sandías, cosecha sandías. Quien siembra judías, cosecha judías", para significar que se recoge lo que se siembra.
Obama espera haber sembrado las semillas de una exitosa relación con China. Habrá que ver qué es lo que cosecha. EFE
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