La nueva política, explicó el presidente estadounidense, está diseñada para ´mantener un mecanismo disuasorio nuclear seguro y efectivo (...) en tanto existan armas nucleares´.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó hoy que la nueva estrategia nuclear que presentó su Gobierno representa un "paso significativo" para hacer realidad su propuesta de un mundo futuro sin armas nucleares.
En un comunicado tras la publicación de la Revisión de la Postura Nuclear, un informe que se emite con cada nuevo mandato presidencial, por orden del Congreso de EE.UU., Obama aseguró que la nueva estrategia reconoce que la mayor amenaza "ya no es un intercambio nuclear entre países, sino el terrorismo nuclear y la proliferación a un número cada vez mayor de Estados".
La nueva política, explicó el presidente estadounidense, está diseñada para "mantener un mecanismo disuasorio nuclear seguro y efectivo (...) en tanto existan armas nucleares".
Al mismo tiempo, se reduce "el papel de las armas nucleares en nuestra estrategia de seguridad nacional", agregó.
Por primera vez, subraya, "evitar la proliferación nuclear y el terrorismo nuclear se encuentra en lo más alto de la agenda atómica estadounidense".
En este sentido, recuerda que la próxima semana Washington acogerá una cumbre sobre seguridad nuclear, en la que participarán 47 países, para comprometerse a dar pasos concretos que permitan garantizar la seguridad de todos los materiales nucleares en el mundo en los próximos cuatro años.
El mes próximo, en la conferencia que se celebrará en la sede de la ONU en Nueva York para revisar el Tratado de No Proliferación, asegura Obama, "trabajaremos con la comunidad internacional para fortalecer el régimen global contra la no proliferación y asegurarnos de que todos los países cumplen sus responsabilidades".
La nueva estrategia nuclear estadounidense establece, entre otras cosas, que EE.UU. renunciará a amenazar o atacar con armas nucleares a países que respeten sus compromisos dentro del Tratado de No Proliferación (TNP).
Esa renuncia se extenderá incluso si esos países atacan con armas químicas o biológicas a EE.UU., si bien esa nación norteamericana se reserva el derecho de modificar esa política según crezca el "potencial catastrófico" de esos posibles ataques.
En cualquier caso, EE.UU. respondería con "fuerza militar convencional devastadora" a cualquier posible ataque con armas químicas o biológicas.
En el caso de los países que no respeten el TNP, EE.UU. sí prevé "una reducida gama de circunstancias en las que las armas nucleares pueden jugar un papel".
Debido a las amenazas que esos países puedan representar, EE.UU. no está dispuesto a comprometerse a utilizar "exclusivamente" su arsenal atómico en caso de un ataque nuclear por parte de otro país, como habían esperado algunos sectores progresistas.
Sí, subraya el informe, "trabajaremos para establecer las condiciones en las cuales se pueda adoptar con seguridad esa política" en el futuro. EFE
En un comunicado tras la publicación de la Revisión de la Postura Nuclear, un informe que se emite con cada nuevo mandato presidencial, por orden del Congreso de EE.UU., Obama aseguró que la nueva estrategia reconoce que la mayor amenaza "ya no es un intercambio nuclear entre países, sino el terrorismo nuclear y la proliferación a un número cada vez mayor de Estados".
La nueva política, explicó el presidente estadounidense, está diseñada para "mantener un mecanismo disuasorio nuclear seguro y efectivo (...) en tanto existan armas nucleares".
Al mismo tiempo, se reduce "el papel de las armas nucleares en nuestra estrategia de seguridad nacional", agregó.
Por primera vez, subraya, "evitar la proliferación nuclear y el terrorismo nuclear se encuentra en lo más alto de la agenda atómica estadounidense".
En este sentido, recuerda que la próxima semana Washington acogerá una cumbre sobre seguridad nuclear, en la que participarán 47 países, para comprometerse a dar pasos concretos que permitan garantizar la seguridad de todos los materiales nucleares en el mundo en los próximos cuatro años.
El mes próximo, en la conferencia que se celebrará en la sede de la ONU en Nueva York para revisar el Tratado de No Proliferación, asegura Obama, "trabajaremos con la comunidad internacional para fortalecer el régimen global contra la no proliferación y asegurarnos de que todos los países cumplen sus responsabilidades".
La nueva estrategia nuclear estadounidense establece, entre otras cosas, que EE.UU. renunciará a amenazar o atacar con armas nucleares a países que respeten sus compromisos dentro del Tratado de No Proliferación (TNP).
Esa renuncia se extenderá incluso si esos países atacan con armas químicas o biológicas a EE.UU., si bien esa nación norteamericana se reserva el derecho de modificar esa política según crezca el "potencial catastrófico" de esos posibles ataques.
En cualquier caso, EE.UU. respondería con "fuerza militar convencional devastadora" a cualquier posible ataque con armas químicas o biológicas.
En el caso de los países que no respeten el TNP, EE.UU. sí prevé "una reducida gama de circunstancias en las que las armas nucleares pueden jugar un papel".
Debido a las amenazas que esos países puedan representar, EE.UU. no está dispuesto a comprometerse a utilizar "exclusivamente" su arsenal atómico en caso de un ataque nuclear por parte de otro país, como habían esperado algunos sectores progresistas.
Sí, subraya el informe, "trabajaremos para establecer las condiciones en las cuales se pueda adoptar con seguridad esa política" en el futuro. EFE
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