Presidente de Estados Unidos combinó en su primer día de vacaciones una sesión informativa sobre seguridad con una partida de golf y una excursión a una librería
En una demostración del viejo adagio que asegura que un presidente de Estados Unidos nunca está del todo de vacaciones, Barack Obama combinó en su primer día de vacaciones una sesión informativa sobre seguridad con una partida de golf y una excursión a una librería.
Obama, quien se encuentra desde el jueves con su familia en la isla de Martha"s Vineyard, un lujoso enclave de vacaciones en Massachusetts, comenzó la jornada con una sesión informativa sobre seguridad nacional, similar a la que recibe cada día en la Casa Blanca.
El presidente, que descansa en este enclave por tercer año consecutivo, recibió también un informe sobre la situación económica, preludio de las que le ofrecerá la semana próxima "in situ" un alto cargo del Tesoro.
Era sólo el preludio de un rato mucho más agradable, una excursión con sus hijas Malia, de trece años, y Sasha, de diez, a una librería local, "Bunch of Grapes", que ya había visitado con las niñas el año pasado.
Vestido con un polo azul y unos pantalones deportivos, el presidente saludó a varios clientes del establecimiento, a los que comentó que sus hijas tenían que comprar libros, entre otras cosas uno para una tarea escolar.
Finalmente, Obama optó por llevarse cerca de media docena de volúmenes, que se sumaron a los seleccionados por sus hijas.
Tras mostrar su desacuerdo, por barato, con el precio que se le cobraba, 32 dólares, el presidente pagó con tarjeta de crédito, algo que, según explicó a los dependientes de la librería, sólo puede hacer dos o tres veces al año.
El presidente concluyó su jornada con una partida de golf, uno de sus deportes favoritos, a la que dedicó casi cinco horas.
Obama permanecerá aún en Martha"s Vineyard otros ocho días, tras lo cual tiene previsto regresar a Washington a tiempo para participar en la inauguración, el próximo día 28, del monumento a Martin Luther King en el National Mall de la ciudad.
Las vacaciones del presidente en esta isla han sido acogidas con numerosas críticas de la oposición republicana, que le echa en cara que acuda a descansar a este enclave de lujo en momentos de inestabilidad económica.
EFE
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