Miles de personas están en peligro de contraer leptospirosis, enfermedad provocada por la contaminación del agua con excremento de rata.
La directora general de la OMS para el Pacífico Occidental, la doctora Shin Young Soo, instó a las autoridades a mejorar las condiciones de los cientos de afectados que padecen ansiedad y depresión por las pérdidas materiales y humanas.
"Esta reacción es normal, pero el mayor peligro estriba en que la frustración y la rabia aumente conforme pasen los días sin que nadie les atienda", explicó Shin.
La responsable de la OMS añadió que decenas de miles de personas siguen en peligro de contraer leptospirosis, una enfermedad bacteriológica provocada por la contaminación del agua por excrementos de ratas.
Recordó que cerca de 102.000 personas siguen evacuadas en los centros de emergencia en condiciones deplorables, con escasez de agua y alimentos.
"Es momento de actuar antes de que comencemos a ver comportamientos como falta de sueño, comportamientos antisociales y tendencias suicidas", urgió Shin.
La doctora también expresó su preocupación por los voluntarios que "confrontan el peligro y la miseria durante días, muchos días sin descanso, lo que les causa un gran desgaste emocional".
Entre finales de septiembre y principios de octubre, el norte de Filipinas sufrió el azote de "Ketsana" y el tifón "Parma", dos temporales casi consecutivos que provocaron unos mil fallecidos, 200 de ellos por leptospirosis.
"Ketsana" sumergió al ochenta por ciento de la capital con las peores lluvias en cuatro décadas.
Los daños económicos por daños a infraestructuras, casas destruidas y cultivos arrasados rondan los 38.000 millones de pesos (casi 800 millones de dólares).
A comienzos de noviembre, 27 personas murieron y más de 300.000 perdieron sus casas al paso del tifón "Mirinae" también por el tercio norte, lo que empeoró los problemas de inundaciones.
El extendido chabolismo, las infraestructuras pésimas y la falta de medios de las autoridades ante emergencias incrementan los estragos causados por los desastres naturales en Filipinas.
Entre 15 y 20 tifones y un sinfín de temporales y sistemas de baja presión suelen pasar cada año por el archipiélago durante la estación lluviosa, que transcurre entre junio y diciembre.
EFE
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