La intensificación de los bombardeos del régimen sirio y de su aliado ruso contra el último bastión rebelde ha obligado a miles de ciudadanos a buscar refugio en otras ciudades.
Más de 235.000 personas se han desplazado en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, en las últimas dos semanas como consecuencia de la intensificación de los bombardeos rusos y del Ejército sirio en el último bastión opositor del país, según un informe de Naciones Unidas.
De acuerdo con un comunicado difundido por la Oficina del Coordinador Humanitario de la ONU en Siria, entre el 12 y el 25 de diciembre "más de 235.000 personas han sido desplazadas del noroeste de Siria como resultado de las hostilidades".
Esta nueva oleada masiva de desplazados se produce en el marco de la intensificación de las operaciones de la aviación rusa y el Ejército sirio, que han dejado decenas de muertos en medio de la campaña que Damasco reanudó el pasado 19 de diciembre para recuperar el último bastión opositor. Esto tras un alto el fuego unilateral desde el 31 de agosto.
La ONU agregó que desde el 16 de diciembre, decenas de miles de personas han huido del sur de la provincia de Idlib hacia el norte como consecuencia de los bombardeos diarios sobre las localidades del sur.
De esta forma, aseguró que la ciudad de Maarat al Numan y sus alrededores están "casi vacías", puesto que la población está huyendo en anticipación de las crecientes hostilidades en la zona, afectada por una intensificación de los bombardeos en las pasadas dos semanas.
Sin embargo, la volatilidad de la seguridad en las carreteras del norte y la carestía de combustible en el sur de la provincia están limitando el movimiento de los civiles, aseveró la ONU, que apuntó que muchos de los desplazados están yendo hacia los centros urbanos de Idlib y Ariha, así como hacia campos de desplazados del noroeste.
Advirtió de que los movimientos en invierno esta "incrementando la vulnerabilidad de los afectados" que necesitan urgentemente ayuda humanitaria, refugio, alimentos y asistencia para las duras condiciones de frío.
La guerra en Siria ha dejado más de 370.000 muertos y millones de desplazados y refugiados desde 2011.
EFE
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