Expertos responsabilizan de la tragedia, a quienes mantienen a las ballenas encerradas en un pequeño tanque para realizar sus acrobacias, lo que les produce estrés.
Los espectáculos con orcas quedaron este jueves en el centro de una encendida polémica tras la muerte el miércoles de una entrenadora de estas "ballenas asesinas", una tragedia que llevó al centro marino Seaworld a suspender todos sus shows en Estados Unidos.
A la vista de horrorizados visitantes, una orca de cinco toneladas agarró a su entrenadora sacudiéndola y hundiéndola en un estanque hasta causarle la muerte, una tragedia cuya responsabilidad pocos atribuyen al animal y muchos a las condiciones en que estas moles hacen sus demostraciones acrobáticas.
"Si mantienen a esta ballena encerrada en ese pequeño tanque donde está, este hecho va a volver a ocurrir", dijo a la AFP Naomi Rose, experta en mamíferos marinos de Humane Society.
"Continuar con este negocio de la misma forma sería una gran error", alertó.
La experta detalló que la orca necesita "reducir el estrés" que le produce la permanente actividad a la que es forzada durante los espectáculos en un lugar muy reducido en relación a su tamaño, y dijo que una opción sería llevarla a un enclave cerrado en el océano para que pueda hacer ejercicio.
"No creo que sea posible liberarla luego que estuvo 27 años cautiva", dijo.
La entrenadora Dawn Brancheau, de 40 años, era una de las más expertas en el trato con orcas.
Seaworld no dio detalles sobre su muerte y se limitó a informar que existe una investigación en marcha que intentará determinar hasta donde sea posible qué fue lo que ocurrió.
"En los 46 años de historia de Seaworld, nunca experimentamos un incidente como este, por lo que todos nuestros procedimientos quedarán bajo revisión como parte de las investigaciones", dijo un comunicado de su gerente Leigh Andrus.
Al mismo tiempo, un mensaje en el blog de la compañía señala que "Seaworld tiene toda la intención de continuar interactuando con este animal, aunque los procedimientos para trabajar con él cambiarán".
La orca "Tilikum", nombre que significa "Amigo" en lengua de los indios Chinnok que habitan sobre el Pacífico en el noroeste de Estados Unidos, fue capturada en noviembre de 1983 frente a las costas de Islandia y en su extenso cautiverio estuvo implicada en la muerte de otras dos personas: un entrenador
en 1991 en Canadá, y un hombre que aparentemente se quedó en Seaworld al final del show, se metió en el tanque con la ballena y fue encontrado muerto la mañana siguiente.
Los espectáculos de Seaworld con orcas en los parques de Orlando (Florida, sureste), San Diego (California, oeste) y San Antonio (Texas, sur) quedaron temporalmente suspendidos tras el ataque de Tilikum y la fuerte controversia que se generó el torno a los shows.
"Para estos animales estar allí es como vivir dentro de una bañera", dijo Debbie Leahy, directiva del grupo de defensa de derechos de los animales PETA (People for the Ethical Treatment of Animals, en inglés).
"Durante años, PETA ha exhortado a Seaworld a que ponga fin a estos confinamientos. Esta es una tragedia que no debió haber ocurrido", señaló Leahy.
- AFP
A la vista de horrorizados visitantes, una orca de cinco toneladas agarró a su entrenadora sacudiéndola y hundiéndola en un estanque hasta causarle la muerte, una tragedia cuya responsabilidad pocos atribuyen al animal y muchos a las condiciones en que estas moles hacen sus demostraciones acrobáticas.
"Si mantienen a esta ballena encerrada en ese pequeño tanque donde está, este hecho va a volver a ocurrir", dijo a la AFP Naomi Rose, experta en mamíferos marinos de Humane Society.
"Continuar con este negocio de la misma forma sería una gran error", alertó.
La experta detalló que la orca necesita "reducir el estrés" que le produce la permanente actividad a la que es forzada durante los espectáculos en un lugar muy reducido en relación a su tamaño, y dijo que una opción sería llevarla a un enclave cerrado en el océano para que pueda hacer ejercicio.
"No creo que sea posible liberarla luego que estuvo 27 años cautiva", dijo.
La entrenadora Dawn Brancheau, de 40 años, era una de las más expertas en el trato con orcas.
Seaworld no dio detalles sobre su muerte y se limitó a informar que existe una investigación en marcha que intentará determinar hasta donde sea posible qué fue lo que ocurrió.
"En los 46 años de historia de Seaworld, nunca experimentamos un incidente como este, por lo que todos nuestros procedimientos quedarán bajo revisión como parte de las investigaciones", dijo un comunicado de su gerente Leigh Andrus.
Al mismo tiempo, un mensaje en el blog de la compañía señala que "Seaworld tiene toda la intención de continuar interactuando con este animal, aunque los procedimientos para trabajar con él cambiarán".
La orca "Tilikum", nombre que significa "Amigo" en lengua de los indios Chinnok que habitan sobre el Pacífico en el noroeste de Estados Unidos, fue capturada en noviembre de 1983 frente a las costas de Islandia y en su extenso cautiverio estuvo implicada en la muerte de otras dos personas: un entrenador
en 1991 en Canadá, y un hombre que aparentemente se quedó en Seaworld al final del show, se metió en el tanque con la ballena y fue encontrado muerto la mañana siguiente.
Los espectáculos de Seaworld con orcas en los parques de Orlando (Florida, sureste), San Diego (California, oeste) y San Antonio (Texas, sur) quedaron temporalmente suspendidos tras el ataque de Tilikum y la fuerte controversia que se generó el torno a los shows.
"Para estos animales estar allí es como vivir dentro de una bañera", dijo Debbie Leahy, directiva del grupo de defensa de derechos de los animales PETA (People for the Ethical Treatment of Animals, en inglés).
"Durante años, PETA ha exhortado a Seaworld a que ponga fin a estos confinamientos. Esta es una tragedia que no debió haber ocurrido", señaló Leahy.
- AFP
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