Las nuevas reglas permiten a los países pedir que su territorio sea excluido de entrada cuando se tramite la autorización de un transgénico a nivel europeo.
El Consejo de la Unión Europea (UE) dio este lunes el visto bueno definitivo a una nueva normativa que, tras pasar cuatro años bloqueada por los desacuerdos, permite a los países comunitarios restringir o prohibir los cultivos que contengan organismos genéticamente modificados en sus propios territorios.
"Las nuevas normas darán a los estados miembros la libertad de elegir: pueden decidir si quieren que los cultivos modificados genéticamente sean producidos en su territorio o no. Esto está en línea con el principio de subsidiariedad y respeta las preferencias de los ciudadanos y granjeros", dijo el ministro letón de Agricultura, Janis Duklavs, en un comunicado.
Las nuevas normas entrarán en vigor 20 días después de que sean publicadas en el Diario Oficial de la Unión Europea (UE).
En la actualidad un gran número de estados miembros, como Francia, Austria o Hungría, cuenta con medidas nacionales contra el cultivo de transgénicos que, sin embargo, están autorizados en Europa, lo que crea dificultades legales.
Las nuevas reglas permiten a los países pedir que su territorio sea excluido de entrada cuando se tramite la autorización de un transgénico a nivel europeo.
También podrán restringirlos o prohibirlos una vez haya sido aprobados en Europa, alegando motivos medioambientales, de política agrícola u otras razones como la planificación urbanística, el uso de la tierra y el impacto socioeconómico, entre otros.
Los países podrán imponer estas restricciones o prohibiciones con o sin el consentimiento de la empresa productora del transgénico en cuestión.
Los estados miembros tendrán que garantizar que los cultivos transgénicos que permitan en su territorio no contaminan otros productos y prestar especial atención para prevenir la contaminación transfronteriza, según las normas.
Actualmente el maíz MON810 es el único cultivo genéticamente modificado que se cultiva en Europa.
EFE
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