La turba sacó el sábado un hombre de su vivienda acusándolo de haber profanado el Corán supuestamente en nombre de la brujería, y pese a que fue trasladado a una comisaría por la Policía, decenas de personas irrumpieron en el edificio y lo mataron a golpes.
Las autoridades de Pakistán arrestaron este lunes a sesenta personas como presuntos responsables del linchamiento de un hombre en el interior de una comisaría en el este del país, al que acusaban de haber profanado una copia del Corán.
“En dos días han sido arrestados alrededor de 60 sospechosos después de identificarlos en videos”, dijo hoy a EFE Muhammed Waqas, portavoz de la Policía del distrito de Nankana, en la provincia oriental de Punjab, donde se produjo el sábado el linchamiento.
La fuente agregó que las fuerzas de seguridad habían recopilado más de 900 videos del incidente, donde identificaron a decenas de sospechosos, que fueron posteriormente detenidos en varias redadas dirigidas contra sus residencias, puntos de negocios u otros lugares donde permanecían escondidos.
La identificación de nuevos sospechosos sigue en proceso, agregó Waqas, que aseguró que además del caso contra los responsables del linchamiento también se registró otro por blasfemia contra el hombre que fue asesinado.
La turba sacó el sábado a la víctima de su vivienda acusándole de haber profanado el Corán supuestamente en nombre de la brujería, y pese a que fue trasladado a una comisaría por la Policía, decenas de personas irrumpieron en el edificio y lo mataron a golpes.
Algunos vídeos del suceso subidos a redes sociales muestran a varias personas que escalan la gran puerta de la comisaría, forzando su apertura y permitiendo el ingreso de la turba al edificio.
Pero lejos de terminar, la multitud sacó el cuerpo sin vida y lo arrastró desnudo por las calles mientras otras personas le arrojaban palos y piedras.
En respuesta al incidente, el jefe de la Policía de Punjab, Usman Anwar, suspendió a dos oficiales como responsables de las fallas de seguridad, y afirmó que tomarían medidas contra los agresores.
Acusaciones por blasfemia
Pakistán tiene una dura ley contra la blasfemia, establecida en la época colonial británica para evitar choques religiosos, pero en la década de 1980 varias reformas auspiciadas por el entonces dictador, Mohamed Zia-ul-Haq, favorecieron el abuso de esta norma.
Desde entonces, se han producido un millar de acusaciones por blasfemia, un delito que en Pakistán puede llevar aparejada la pena capital, si bien nunca se ha ejecutado a nadie por tal crimen.
El pasado febrero, un hombre fue apedreado hasta la muerte por una turba por la supuesta profanación de un ejemplar del Corán, también en Punjab.
Dos meses antes de ese incidente, otra multitud había linchado y prendido fuego al cuerpo de un hombre de origen esrilanqués en la ciudad paquistaní de Sialkot, en el noreste del país, también acusado de blasfemia.
Según un informe del Centro de Estudios de Investigación y Seguridad, hasta 89 ciudadanos fueron asesinados en 1.415 acusaciones y casos de blasfemia en Pakistán entre 1947 y 2021.
EFE
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