El sumo pontífice dijo que hoy en día se está viviendo "una terrible guerra mundial a trozos".
El papa Francisco pidió de nuevo "con más fuerza" la paz ante "un mundo sometido a los traficantes de armas que se benefician con la sangre de las mujeres y los hombres".
"El mundo debe detener a los señores de la guerra, porque pagan el precio siempre los últimos, los indefensos", denuncia el pontífice en una entrevista que publicó el diario italiano La Repubblica.
Conflagración global. El sumo pontífice recordó que el siglo pasado "estuvo devastado por dos guerras mundiales homicidas, conoció la amenaza de la guerra nuclear y un gran número de otros conflictos", mientras actualmente "nos enfrentamos a una terrible guerra mundial por partes".
"¿La violencia permite alcanzar objetivos de valores duraderos? ¿Todo lo que se obtiene con la guerra no desencadena represalias y una espiral de conflictos letales que solo dan beneficios a los pocos señores de la guerra?", se pregunta el pontífice.
Consecuencias de las guerras. El papa argentino señaló que "la violencia no es la cura para nuestro mundo roto". A su juicio, en el mejor de los casos, responder a la violencia con más violencia conduce "a la migración forzada y un inmenso sufrimiento" debido a que "grandes cantidades de recursos se destinan a fines militares" y se sacan de las necesidades diarias del resto de la sociedad.
Francisco volvió a definirse "un pecador" y aseguró que a los reclusos que se definen culpables les responderá con las palabras de Jesús: "Quien no es culpable que tire la primera piedra". "En este mundo nos olvidamos que todos somos pecadores y que a menudo también somos prisioneros sin darnos cuenta", expresó.
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