El responsable de la matanza en la que murieron 13 personas y más de 40 resultaron heridas y que conmocionó al país en noviembre del 2009 fue el mayor Nidal Malik Hasan.
El Pentágono publicó el informe final sobre la masacre de Fort Hood en el que recomienda medidas como la mayor colaboración entre las agencias gubernamentales para detectar señales de peligro entre los rangos militares.
El responsable de la matanza en la que murieron 13 personas y más de 40 resultaron heridas y que conmocionó al país en noviembre del 2009 fue el mayor Nidal Malik Hasan.
Hasan, un psiquiatra del ejército, abrió fuego en esa base de Texas y es investigado por posibles vínculos con extremistas islámicos.
Para evitar que un sujeto peligroso como él pase inadvertido en el ejército el Pentágono dijo que mejorará los sistemas para compartir información entre las distintas agencias del Gobierno sobre posibles amenazas.
Además, el Departamento de Defensa se asegurará de que los comandantes tienen acceso a información clave sobre los historiales del personal y entrenará a los máximos cargos militares para detectar conductas sospechosas entre miembros de las tropas, según el informe.
"Estas iniciativas mejorarán de forma significativa la habilidad del Departamento (de Defensa) para mitigar amenazas internas", asegura en la introducción del informe el secretario de Defensa, Robert Gates.
Según Gates, las nuevas medidas permitirán también mejorar la respuesta ante situaciones de emergencia y ofrecer la debida asistencia a las víctimas y sus familiares.
En los días siguientes a la matanza se supo que Hasan, que es musulmán, había manifestado ideas extremistas y algunos colegas expresaron dudas sobre su estabilidad mental.
También salió a la luz que había mantenido contacto con el clérigo radical Anwar al-Awlaki.
Las agencias de inteligencia consideraron que los contactos con Al-Awlaki en ese momento respondían a un trabajo de investigación que realizaba Hasan y no tomaron medidas contra él.
EFE
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