Caída del presidente de Bolivia se debe principalmente a la "pérdida de credibilidad", lo que provocó una imagen de "mal manejo de la economía" y "falta de liderazgo".
La popularidad del presidente de Bolivia, Evo Morales, sufrió su peor caída hasta llegar al 30% en diciembre, un 24% menos que la del mes anterior, por el golpe político que supuso el decreto de alza de carburantes de finales del mes pasado, según una encuesta divulgada hoy por el diario La Prensa.
La desaprobación del mandatario llegó hasta el 67%, la más alta desde que asumió la Presidencia en 2006 y, curiosamente, el mismo porcentaje con el que ganó las pasadas elecciones presidenciales de 2010, en las que Morales consiguió la reelección hasta 2015.
La encuesta de la firma Captura Consulting, que entrevistó a 800 personas en las cuatro principales ciudades bolivianas, revela que la caída de Morales se debe principalmente a la "pérdida de credibilidad" por el denominado "gasolinazo", lo que provocó una imagen de "mal manejo de la economía" y "falta de liderazgo".
El anuncio, el pasado 26 de diciembre, del alza del precio de los carburantes de mayor consumo de hasta un 82% provocó una oleada de protestas en todo el país que obligaron al mandatario a anular la medida cinco días después.
Además de Morales, todo el Gobierno sufre su peor revés de popularidad entre la población boliviana, sólo siendo aprobada la gestión del Ejecutivo por un 13% y con una desaprobación del 79%.
El vicepresidente Álvaro García Linera tiene una reprobación de 74 por ciento, frente al 47% de rechazo del anterior mes, y sólo es aprobado por el 21 por ciento de los bolivianos.
Morales asumió la Presidencia para un segundo mandato en enero de 2010, con un 70 por ciento de respaldo en los sondeos, y en los últimos meses ha oscilado en torno al 50 por ciento.
-EFE
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