Se calcula que en las ´hei jianyu´ han sido detenidos y torturados 10.000 chinos que intentaron ejercer su derecho a denunciar a las autoridades.
Una publicación oficial china ha reconocido el uso en el país de "cárceles negras", centros de detención ilegales donde se recluye a manifestantes, activistas y "peticionarios", pese a que el Gobierno niegue su existencia, señaló hoy la ONG de derechos humanos China Human Rights Defenders (CHRD).
La organización, con sede en Hong Kong, se congratuló por la rara mención de estos controvertidos lugares en la revista "Outlook Weekly", dependiente de la agencia oficial Xinhua (principal institución del aparato informativo del régimen comunista).
El artículo ofreció ayer información detallada sobre esos centros de detención, aunque evitó usar el nombre de "cárceles negras" o "hei jianyu".
La sorprendente mención de unos centros que muchos ciudadanos chinos desconocen "puede indicar un cambio de actitud de las autoridades hacia estas instituciones ilegales", expresó CHRD, aunque recordó que el Gobierno chino sigue negando la existencia de estos lugares.
"Algunos activistas están esperanzados de que este reportaje sea el inicio de un levantamiento de las restricciones de acceso de los medios chinos a las "cárceles negras" y que pronto los diarios y las televisiones puedan informar de los abusos que en ella se cometen", añadió un boletín de CHRD.
La mención en los medios oficiales sucede una semana después de que la ONG estadounidense Human Rights Watch (HRW) hizo público un informe dedicado exclusivamente a estos centros de detención.
Se calcula que en las "cárceles negras" han sido detenidos y a veces torturados 10.000 chinos que intentaron ejercer su derecho a denunciar a las autoridades, los llamados "peticionarios", que llegan cada año a Pekín desde todo el país siguiendo una tradición con varios siglos de historia.
El Buró Estatal de Peticiones (institución dedicada exclusivamente a atender a estos ciudadanos) recibió entre 2003 y 2007 unos 10 millones de "peticiones" anuales, un aumento exponencial con respecto a años previos.
Los peticionarios se quedan a veces durante años, incluso décadas, en Pekín a la espera de una respuesta de las autoridades, que a veces nunca llega, y algunos se ven obligados incluso a mendigar, cuando no son recluidos y maltratados en las "hei jianyu". EFE
La organización, con sede en Hong Kong, se congratuló por la rara mención de estos controvertidos lugares en la revista "Outlook Weekly", dependiente de la agencia oficial Xinhua (principal institución del aparato informativo del régimen comunista).
El artículo ofreció ayer información detallada sobre esos centros de detención, aunque evitó usar el nombre de "cárceles negras" o "hei jianyu".
La sorprendente mención de unos centros que muchos ciudadanos chinos desconocen "puede indicar un cambio de actitud de las autoridades hacia estas instituciones ilegales", expresó CHRD, aunque recordó que el Gobierno chino sigue negando la existencia de estos lugares.
"Algunos activistas están esperanzados de que este reportaje sea el inicio de un levantamiento de las restricciones de acceso de los medios chinos a las "cárceles negras" y que pronto los diarios y las televisiones puedan informar de los abusos que en ella se cometen", añadió un boletín de CHRD.
La mención en los medios oficiales sucede una semana después de que la ONG estadounidense Human Rights Watch (HRW) hizo público un informe dedicado exclusivamente a estos centros de detención.
Se calcula que en las "cárceles negras" han sido detenidos y a veces torturados 10.000 chinos que intentaron ejercer su derecho a denunciar a las autoridades, los llamados "peticionarios", que llegan cada año a Pekín desde todo el país siguiendo una tradición con varios siglos de historia.
El Buró Estatal de Peticiones (institución dedicada exclusivamente a atender a estos ciudadanos) recibió entre 2003 y 2007 unos 10 millones de "peticiones" anuales, un aumento exponencial con respecto a años previos.
Los peticionarios se quedan a veces durante años, incluso décadas, en Pekín a la espera de una respuesta de las autoridades, que a veces nunca llega, y algunos se ven obligados incluso a mendigar, cuando no son recluidos y maltratados en las "hei jianyu". EFE
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