Durante la campaña, Donald Trump prometió retirar el apoyo de Estados Unidos a las tropas asiáticas. Hay tensión en esos países.
El compromiso militar que Estados Unidos tenía con Japón y Corea del Norte podría quedar suspendido si Donald Trump cumple, ahora en la presidencia, sus promesas de campaña de retirar tropas, algo que causa preocupación en los países asiáticos debido al avance importante de la China y la de una retórica confrontacional y de provocaciones.
Durante la campaña electoral, el futuro presidente republicano dijo que podría retirar a los soldados del sur de la península coreana y del archipiélago nipón si los dos países no aumentan significativamente su contribución financiera. Tampoco dudó en dar a entender que prefería que ambos países tuvieran sus propias armas nucleares, algo que luego negó. Las declaraciones de Trump ponen en duda las alianzas con Estados Unidos vigentes desde la Segunda Guerra Mundial.
Estados en incertidumbre. Durante la campaña, Trump dijo que Japón tenía que aumentar su contribución económica para mantener a los 47,000 soldados estadounidense en su territorio. En 2015-16 su mantenimiento costó unos 190,000 millones de yenes (1.600 millones de euros), según cifras del gobierno japonés. Los gastos indirectos (que incluyen las indemnizaciones a los vecinos de las bases) fueron por su parte de 3.500 millones de euros.
En Corea del Sur, donde hay estacionados 28,000 soldados estadounidenses, el apoyo a las armas atómicas es minoritario pero aumenta cada vez que Corea del Norte lleva a cabo un ensayo nuclear. "No podemos pedir prestado un paraguas al vecino cada vez que llueve, necesitamos un impermeable", dijo en febrero Won Yoo-Cheol, el líder en el parlamento del Saenuri, el partido en el poder.
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