Las protestas juveniles en Marruecos, lideradas por el colectivo 'GENZ212', han escalado a disturbios con un saldo de tres muertos, cientos de heridos y detenciones masivas, mientras los jóvenes exigen reformas en sanidad, educación y lucha contra la corrupción.
Al menos tres personas han muerto, cientos han resultado heridas y más de 400 han sido detenidas en Marruecos tras cinco días de protestas juveniles lideradas por el colectivo anónimo 'GENZ212', que exige mejoras en sanidad, educación y oportunidades laborales.
Lo que comenzó como manifestaciones pacíficas el sábado en ciudades como Rabat, Casablanca y Tánger derivó en disturbios violentos, con enfrentamientos contra las fuerzas de seguridad, especialmente tras un asalto a un puesto de la Gendarmería Real en Laqliaa, en el sur del país.
Este jueves, el grupo convocó nuevas protestas pacíficas, mientras el gobierno promete diálogo para abordar las demandas sociales.
Orígenes y demandas del colectivo 'GENZ212
'El movimiento 'GENZ212', autodenominado como un grupo de jóvenes de la 'Generación Z' sin afiliación política o sindical, surgió en plataformas como Discord, TikTok e Instagram. Su nombre hace referencia al prefijo telefónico de Marruecos (+212).
Según reporta The Guardian, el número de miembros en su servidor de la red social Discord creció de 3 000 a más de 130 000 en una semana, reflejando el descontento juvenil por la crisis económica y la desigualdad.
Los manifestantes demandan reformas estructurales en sanidad y educación, mejores oportunidades laborales y medidas contra la corrupción.
"Estamos aquí en una manifestación pacífica para exigir la reforma de la educación y la sanidad, especialmente en las zonas marginadas", declaró a la agencia de noticias EFE Sufian Harhari, estudiante universitario de 24 años.
Los jóvenes critican la inversión en estadios para el Mundial de 2030, coreando consignas como "No queremos la copa del mundo, la salud primero" y "Hay estadios, pero ¿dónde están los hospitales?".

Escalada de violencia y víctimas mortales
La violencia estalló el martes por la noche, con enfrentamientos en múltiples ciudades, incluyendo Salé, Tánger, Tarudant y Kenitra. En Laqliaa, cerca de Agadir, tres personas fallecieron el miércoles durante un intento de asalto a un puesto de la Gendarmería Real.
"Los efectivos de la Gendarmería de Laqliaa se vieron obligados a usar sus armas de servicio en la noche de ayer, miércoles, en legítima defensa para repeler un ataque y asalto a una comisaría de la Gendarmería Real", informaron las autoridades locales. Los atacantes, armados con armas blancas, incendiaron un vehículo y parte del edificio, según el reporte.
El Ministerio del Interior marroquí reportó 409 detenciones hasta el martes, con 354 heridos, incluyendo 326 agentes de seguridad, y la destrucción de 446 vehículos, de los cuales 271 eran policiales.
En Salé, EFE constató vidrios rotos en un centro comercial y un contenedor de basura volcado, mientras en Marrakech, medios locales informaron sobre el incendio de una estación de policía.
La gota que colmó el vaso fue la muerte de ocho mujeres en un hospital público de Agadir, lo que desató críticas por las precarias condiciones sanitarias. Un manifestante anónimo en Oujda describió el hospital local como una "cárcel", donde los pacientes deben sobornar para recibir atención, según BBC Newsday.
Respuesta de las autoridades y la Fiscalía
La Fiscalía marroquí anunció que procesará a 193 personas por "actos de violencia, destrucción e incitación", advirtiendo sanciones ejemplares.
"Estas acciones no están amparadas por la libertad de expresión y constituyen delitos sancionados con severas penas de prisión", afirmó Ahmed Wali Alami, jefe del Departamento de la Acción Pública, a la agencia MAP.
Las penas podrían alcanzar hasta 30 años de cárcel o cadena perpetua en casos agravados, advirtió la Fiscalía.
Durante una reunión del Consejo del Gobierno, el presidente Aziz Ajanuch expresó la disposición de su Administración "a responder a las demandas de la sociedad y también al diálogo y al debate dentro de las instituciones y los espacios públicos".
No obstante, también lamentó la "escalada de violencia" que ha causado "daños a la propiedad pública y privada y, lamentablemente, tres muertos".
Las protestas reflejan un malestar generalizado por la desigualdad y la crisis económica en Marruecos, donde el desempleo juvenil alcanza el 35,8%, según cifras citada por Reuters.
La gota que colmó el vaso fue la muerte de ocho mujeres en un hospital público de Agadir, lo que desató críticas por las precarias condiciones sanitarias. Un manifestante anónimo en Oujda describió el hospital local como una "cárcel", donde los pacientes deben sobornar para recibir atención, según BBC Newsday.

Nuevas convocatorias y rechazo a la violencia
El colectivo 'GENZ212' se desmarcó de los actos violentos y convocó nuevas protestas pacíficas para este jueves. El grupo estableció horarios específicos para garantizar el orden en las concentraciones.
"Confirmamos a la opinión pública y a las autoridades que nuestras manifestaciones serán totalmente pacíficas y rechazamos cualquier forma de violencia, vandalismo o disturbios", declararon en un comunicado difundido por Discord.
En Rabat, una protesta pacífica en el barrio de Agdal atrajo atención mediática por ser la primera autorizada en la capital.
Los manifestantes exigían este jueves la renuncia del jefe de Gobierno coreando frases como "Queremos un buen hospital para jóvenes y ancianos" y "Ajanuch, cobarde, el pueblo no se humilla".