El lento crecimiento en los países ricos está afectando a las naciones en desarrollo.
Para que la economía mundial vuelva a crecer los gobernantes necesitan aplicar políticas macroeconómicas audaces, reforzar la regulación de las finanzas y aplicar políticas activas de industrialización, sugiere la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD). En su informe anual "Comercio y Desarrollo", la organización argumenta que la ralentización de las economías desarrolladas es el mayor lastre para el crecimiento global, pero que los países emergentes están atrapados en la tendencia descendente.
El impacto del “brexit”. El informe recuerda que el crecimiento este año en Estados Unidos y en la Eurozona será de en torno al 1,6 por ciento, mientras que se estancará en Japón. Los expertos puntualizan que se desconoce el impacto que el "brexit" tendrá en las economías británicas y europeas y el posible efecto de contagio. El lento crecimiento en los países ricos está afectando a las naciones en desarrollo, que de media crecerán un 4 por ciento este año, lo que significa un 2,5 puntos porcentuales por debajo de los índices precrisis.
Lanzan advertencia. El informe recuerda, no obstante, que hay variables entre los países y regiones en desarrollo y pone como ejemplo el hecho de que Latinoamérica esté en recesión mientras que Asia sigue creciendo, aunque a unos niveles menores que en años precedentes. Ante esta realidad, los economistas de la UNCTAD advierten de que "no se sorprenderían" si el crecimiento mundial cayera por debajo del 2,5 por ciento registrado en 2014 y 2015. "Los líderes políticos del mundo afrontan una combinación de poca inversión, caída de la productividad, comercio estancado, crecimiento de la desigualdad y aumento de los niveles de déficit", dijo, citado en un comunicado, el secretario general de la UNCTAD, Mukhisa Kituyi. "Las soluciones (a este panorama) requieren que se piense de forma ambiciosa, y no seguir actuando como hasta ahora", comentó. (EFE)
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