La red creada por Pablo Escobar causó la muerte de 31 personas en actos violentos durante esta semana en Medellín.
La "oficina de Envigado", una red de más de 3.000 sicarios creada por Pablo Escobar (muerto en 1993), cuyos crímenes cruzan las fronteras de Colombia, está tras la violencia que cobró 31 muertos en la última semana en Medellín, según autoridades de la ciudad.
La explosión de asesinatos en choques de bandas enfrentadas llevó al presidente colombiano Álvaro Uribe a encabezar a mitad de la semana un consejo extraordinario de seguridad en la segunda ciudad colombiana, que determinó que 500 efectivos del Ejército patrullen los barrios más peligrosos.
"Las explicaciones que recibimos de la policía coinciden en señalar que dos de los miembros de la "oficina" se están enfrentando y eso ha llevado a la racha de asesinatos", señaló a la AFP Jesús María Calle, secretario de gobierno de Medellín.
Una calma relativa se pudo sentir en la ciudad tras el patrullaje de estos militares y de unos 6.800 policías -desplegados especialmente en las comunas levantadas sobre las empinadas montañas que la rodean.
En los operativos se detuvieron a 100 personas con antecedentes judiciales, se incautaron decenas de armas y se inmovilizaron diez motos y un auto, según un balance del comandante de la policía de Medellín, Dagoberto García.
En el barrio "El Popular", la policía realiza ahora los patrullajes que hasta hace una semana realizaban grupos de jóvenes armados de la "oficina".
Estas agrupaciones tomaron el nombre de "oficinas", pues en un comienzo funcionaron precisamente a través de empresas de alquiler y venta de bienes raíces o de cobros judiciales de deudas morosas.
Narcotraficantes como Escobar contactaban a los responsables de las oficinas para encargarles "trabajos", generalmente asesinatos o atentados, y estos a su turno contactaban a los sicarios, muchachos pobres dispuestos a todo.
La "oficina de Envigado", que según un reporte policial cuenta con 3.648 miembros divididos en 143 "combos" o grupos de base, se mantuvo activa tras la muerte de Escobar, bajo la dirección de Diego Fernando Murillo (alias "Don Berna").
Pero tanto Murillo como su sucesor, Carlos Mario Aguilar ("Rogelio"), están detenidos en cárceles de Estados Unidos, donde intentan negociar una rebaja de penas a cambio de entregar parte de sus fortunas y delatar a subalternos.
"Rogelio" se entregó el año pasado, tras una serie de asesinatos contra colombianos supuestamente vinculados al narcotráfico en Buenos Aires, a donde había huido.
Otros crímenes atribuidos a la "oficina" tuvieron lugar en Paraguay, Brasil y Ecuador, según la policía.
El diario bogotano El Tiempo aseguró el sábado que las delegaciones en Estados Unidos desataron el actual ajuste de cuentas.
"No tenemos informes sobre esa hipótesis", dijo el secretario de gobierno local.
"Pero sí hemos constatado un rebrote de violencia generado por actividades relacionadas con el narcotráfico", agregó.
AFP
La explosión de asesinatos en choques de bandas enfrentadas llevó al presidente colombiano Álvaro Uribe a encabezar a mitad de la semana un consejo extraordinario de seguridad en la segunda ciudad colombiana, que determinó que 500 efectivos del Ejército patrullen los barrios más peligrosos.
"Las explicaciones que recibimos de la policía coinciden en señalar que dos de los miembros de la "oficina" se están enfrentando y eso ha llevado a la racha de asesinatos", señaló a la AFP Jesús María Calle, secretario de gobierno de Medellín.
Una calma relativa se pudo sentir en la ciudad tras el patrullaje de estos militares y de unos 6.800 policías -desplegados especialmente en las comunas levantadas sobre las empinadas montañas que la rodean.
En los operativos se detuvieron a 100 personas con antecedentes judiciales, se incautaron decenas de armas y se inmovilizaron diez motos y un auto, según un balance del comandante de la policía de Medellín, Dagoberto García.
En el barrio "El Popular", la policía realiza ahora los patrullajes que hasta hace una semana realizaban grupos de jóvenes armados de la "oficina".
Estas agrupaciones tomaron el nombre de "oficinas", pues en un comienzo funcionaron precisamente a través de empresas de alquiler y venta de bienes raíces o de cobros judiciales de deudas morosas.
Narcotraficantes como Escobar contactaban a los responsables de las oficinas para encargarles "trabajos", generalmente asesinatos o atentados, y estos a su turno contactaban a los sicarios, muchachos pobres dispuestos a todo.
La "oficina de Envigado", que según un reporte policial cuenta con 3.648 miembros divididos en 143 "combos" o grupos de base, se mantuvo activa tras la muerte de Escobar, bajo la dirección de Diego Fernando Murillo (alias "Don Berna").
Pero tanto Murillo como su sucesor, Carlos Mario Aguilar ("Rogelio"), están detenidos en cárceles de Estados Unidos, donde intentan negociar una rebaja de penas a cambio de entregar parte de sus fortunas y delatar a subalternos.
"Rogelio" se entregó el año pasado, tras una serie de asesinatos contra colombianos supuestamente vinculados al narcotráfico en Buenos Aires, a donde había huido.
Otros crímenes atribuidos a la "oficina" tuvieron lugar en Paraguay, Brasil y Ecuador, según la policía.
El diario bogotano El Tiempo aseguró el sábado que las delegaciones en Estados Unidos desataron el actual ajuste de cuentas.
"No tenemos informes sobre esa hipótesis", dijo el secretario de gobierno local.
"Pero sí hemos constatado un rebrote de violencia generado por actividades relacionadas con el narcotráfico", agregó.
AFP
Comparte esta noticia