El proyecto aprobado apunta a atender a 32 millones de estadounidenses que no tienen servicios médicos mediante la expansión de los programas de salud pública.
La Cámara de Representantes aprobó una histórica reforma de la salud, considerada la mayor iniciativa social de los últimos 50 años en Estados Unidos y un pilar del gobierno de Barack Obama, por la que se extenderá la atención sanitaria a 32 millones de estadounidenses.
El voto decisivo se produjo exactamente a las 22.49 hora local (02.49 GMT), cuando los congresistas aprobaron por 219 votos a favor -tres más de los 216 necesarios- y 212 en contra el proyecto de ley que ya había recibido el visto bueno del Senado en diciembre.
La medida, un objetivo que había eludido a numerosos presidentes desde hace un siglo, sólo requiere ya la firma de Obama para convertirse en ley, algo que la Casa Blanca ha indicado que no ocurrirá antes del martes por lo menos.
Media hora más tarde, los congresistas aprobaron la segunda parte de la reforma, un proyecto de ley que introduce una serie de enmiendas a la reforma para hacerla más del gusto de la Cámara Baja.
Esta segunda parte pasa ahora al Senado, que tiene previsto verla esta semana y podría votarla el viernes o el sábado, sin que en principio se prevean obstáculos insalvables para su aprobación.
Ninguno de los 178 congresistas republicanos votó a favor de la medida. Más de treinta demócratas se sumaron a su "no".
"La medida ha quedado aprobada", anunció una exultante presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, mientras los congresistas demócratas prorrumpían en aplausos.
La votación tras un año enfrentamientos políticos y una dramática semana en la que Obama debió suspender una gira por Asia para obtener los apoyos para aprobar este proyecto de reforma que de rechazarse ponía en juego buena parte de las esperanzas despertadas por su llegada al poder.
En el marco de las negociaciones, el presidente se comprometió a firmar una orden ejecutiva que reafirma la ya vigente prohibición de abortos con financiamiento público, lo que le permitió contar con el respaldo de demócratas conservadores.
El proyecto aprobado apunta a atender a 32 millones de estadounidenses que no tienen servicios médicos mediante la expansión de los programas de salud pública y subsidios para que familias modestas puedan adquirir seguros privados.
Se estima que con la aprobación de la ley 95% de los casi 300 millones de habitantes dispondrán de cobertura médica.
La reforma tiene un costo de 940.000 millones de dólares en 10 años y, a la vez, reduciría en ese mismo período en 138.000 millones el déficit estadounidense, según un estudio de una comisión del Congreso.
Con información de EFE y AFP
Comparte esta noticia