Moscú adoptó esta medida luego de que dos cazas F-16 turcos derribaran un avión ruso en la frontera con Siria por supuestamente haber violado su espacio aéreo.
Rusia protegerá sus aviones de guerra en Siria con el acorazado "Moskvá", buque insignia de su Armada, y escuadrones de cazas que les acompañarán en las misiones contra los yihadistas, anunció el Estado Mayor del Ejército ruso.
"Primero: todas las misiones de la aviación de asalto se efectuarán solo bajo la protección de cazas", declaró el general Serguéi Rudskói, portavoz del Estado Mayor del Ejército, a medios locales.
Agregó: "En segundo lugar: se adoptarán medidas para reforzar la defensa antiaérea" de los cazabombarderos rusos que operan en Siria.
"Con ese fin, el acorazado 'Moskvá', equipado con baterías antiaéreas Fort, similares a las S-300, ocupará la zona costera cercana a Latakia. Advertimos de que todos los objetivos que representen para nosotros una amenaza potencial serán destruidos", advirtió.
Además, aseguró que "los contactos con Turquía por canales militares han sido suspendidos" tras derribar hoy la Fuerza Aérea turca un cazabombardero ruso SU-24 que según Ankara había violado su espacio aéreo en la frontera con Siria, extremo que Moscú niega.
El general insistió en que, según los datos del puesto de mando ruso, el Su-24 nunca violó el espacio aéreo turco, "lo que fue confirmado por los sistemas antiáereos sirios".
Mientras, los radares de la base aérea rusa en Latakia confirman que el F-16 turco sí penetró en territorio sirio para atacar al bombardero ruso, afirmó.
"Esa es una grave violación de las normas del derecho internacional y una burda infracción del memorándum para la prevención de incidentes y garantizar la seguridad de los vuelos en Siria suscrito con EEUU y que incumbe a todos los países de la coalición, incluida Turquía", denunció el militar ruso.
Según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, la zona donde cayó el SU-24, el norte de la provincia de Latakia (noroeste de Siria), es escenario de enfrentamientos entre el Ejército sirio y distintas facciones yihadistas, como el Frente al Nusra.
El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó a Turquía de ser "cómplice del terrorismo" por derribar el Su-24 y advirtió de que "este trágico acontecimiento tendrá graves consecuencias para las relaciones ruso-turcas".
Mientras Turquía insiste en que el avión de guerra ruso había violado su espacio aéreo y sus pilotos ignoraron hasta diez advertencias, Putin subrayó que el Su-24 "estaba en el aire cuando fue atacado a una altura de 6.000 metros y a una distancia de un kilómetro de la frontera con Turquía".
El Ministerio de Defensa ruso citó al agregado militar turco en Moscú, al que presentó una protesta formal por lo que tachó de "acto inamistoso".
EFE
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