La alarma se desató después de que en el terremoto de Sichuan, que dejó 87 mil muertos, se produjera una migración similar de anfibios previa al temblor.
Una segunda invasión de diminutas ranas en menos de una semana desató de nuevo el pánico en China por la infundada teoría de que las migraciones de estos anfibios preceden un movimiento telúrico, informó hoy el diario "Nuevo Pekín".
La última plaga se produjo en torno a un lago del distrito de Jiangnin, en la ciudad de Nankín, cuando unas cien mil ranas de menos de dos centímetros de longitud invadieron las carreteras cuando se dirigían al unísono hacia una misma dirección.
El rotativo pequinés recoge hoy la alarma que desató esta plaga entre la población local, después de que en el terremoto de Sichuan, del que mañana se cumplen dos años y que dejó 87.000 muertos y desaparecidos, se produjera una migración similar de anfibios previa al temblor.
Los expertos y sismólogos se han apresurado a negar esta relación, como Yang Jianjun, responsable de la administración local de sismología, que recuerda que Nankín no registra ningún temblor desde el que se produjo en el año 548, de 5.25 grados de magnitud.
Yang explica que sí que es cierto que antes de un seísmo ciertos animales pueden mostrar un comportamiento anormal, pero que dichos comportamientos no siempre preceden a un terremoto, por lo que no se puede vincular.
Otro experto, el profesor Gao Guofu, de la Academia de Ciencias Biológicas de Nankín, señala que se trata de un fenómeno natural: "Hace dos días que ha llovido, el aire está fresco y soleado, por lo que es un buen momento para que las ranas salgan a tomar el sol".
Añade Gao que, además, las ranas necesitan migrar en busca de un nuevo hábitat con alimentos cuando abandonan su fase de renacuajos.
El pasado 5 de mayo, una invasión de cerca de diez mil ranas en la provincia suroccidental china de Sichuan, donde se produjo el sismo de 2008, provocó una alarma similar entre la población.
EFE
La última plaga se produjo en torno a un lago del distrito de Jiangnin, en la ciudad de Nankín, cuando unas cien mil ranas de menos de dos centímetros de longitud invadieron las carreteras cuando se dirigían al unísono hacia una misma dirección.
El rotativo pequinés recoge hoy la alarma que desató esta plaga entre la población local, después de que en el terremoto de Sichuan, del que mañana se cumplen dos años y que dejó 87.000 muertos y desaparecidos, se produjera una migración similar de anfibios previa al temblor.
Los expertos y sismólogos se han apresurado a negar esta relación, como Yang Jianjun, responsable de la administración local de sismología, que recuerda que Nankín no registra ningún temblor desde el que se produjo en el año 548, de 5.25 grados de magnitud.
Yang explica que sí que es cierto que antes de un seísmo ciertos animales pueden mostrar un comportamiento anormal, pero que dichos comportamientos no siempre preceden a un terremoto, por lo que no se puede vincular.
Otro experto, el profesor Gao Guofu, de la Academia de Ciencias Biológicas de Nankín, señala que se trata de un fenómeno natural: "Hace dos días que ha llovido, el aire está fresco y soleado, por lo que es un buen momento para que las ranas salgan a tomar el sol".
Añade Gao que, además, las ranas necesitan migrar en busca de un nuevo hábitat con alimentos cuando abandonan su fase de renacuajos.
El pasado 5 de mayo, una invasión de cerca de diez mil ranas en la provincia suroccidental china de Sichuan, donde se produjo el sismo de 2008, provocó una alarma similar entre la población.
EFE
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