Tras un año de lucha contra la enfermedad, el político norteamericano y figura del Partido Demócrata falleció la noche del martes a los 77 años.
El senador estadounidense Edward Kennedy, el patriarca de la familia demócrata más importante del país y figura clave dentro del partido, falleció en Massachusetts, a los 77 años, víctima de un cáncer cerebral.
La familia Kennedy emitió un comunicado a los medios en la madrugada de hoy, en la que informaba de la muerte del senador, hermano del asesinado presidente John Fitzgerald Kennedy, y uno de los políticos más respetados de Estados Unidos.
Edward Kennedy era el último superviviente de una saga de hermanos que dominó la política de los años 60, una familia que se vio envuelta de glamour, idealismo político y tragedia.
"Edward M. Kennedy -el marido, padre, abuelo, hermano y tío que amamos tan profundamente- falleció a última hora del martes en casa en Hyannis Port", afirma el comunicado.
"Hemos perdido el pilar central e irreemplazable de nuestra familia y la luz alegre de nuestra familia, pero la inspiración de su fe, su optimismo, y perseverancia vivirá en nuestros corazones por siempre".
En el comunicado, la familia agradece el apoyo mostrado por los estadounidenses durante los meses en los que ha luchado contra la enfermedad, así como a todos los que "han estado con él durante tantos años en la incansable marcha por la justicia, ecuanimidad y oportunidad para todos".
El senador fue diagnósticado de un cáncer cerebral en mayo del año pasado, del que fue operado, aunque no se le pudo extirpar por completo.
Pese a lo delicado de la operación, Edward Kennedy tuvo una sorpresiva aparición en la Convención Demócrata de Denver, hace justo un año, en la que fue proclamado candidato Barack Obama.
Con un discurso emotivo, lúcido y brillante, Kennedy prometió en aquella ocasión estar presente cuando Obama tomara posesión de la Casa Blanca y así lo hizo, participando en los actos de investidura.
Más tarde acudió a la Casa Blanca en abril, cuando Barack Obama firmó una ley que llevaba el nombre del senador, un duro luchador por la igualdad.
Su ausencia de la capital estadounidense se ha hecho sentir especialmente en las últimas semanas, en que el Congreso está embarcado en la negociación de una reforma del sistema de salud, de la que Kennedy era un firme defensor.
EFE
Comparte esta noticia