En noviembre, el Estado Islámico cerró escuelas en áreas que controla en el este de Siria para analizar el plan de estudios desde el punto de vista de la religión.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) informó que unos 670.000 niños se ven privados de educación en Siria mientras el grupo extremista Estado Islámico (EI) adapta el plan de estudios a las reglas religiosas después de ordenar el cierre de escuelas en el país.
"En diciembre, Estado Islámico emitió un decreto ordenando la interrupción de la educación en áreas bajo su control", dijo Christophe Boulierac, portavoz del citado organismo.
En noviembre, el grupo cerró escuelas en áreas que controla en el este de Siria para analizar el plan de estudios desde el punto de vista de la religión.
El grupo extremista decretó que las escuelas permanecerían cerradas hasta que el plan de estudios "cumpliera con las reglas religiosas", agregó Boulierac.
Los niños que concurrían a escuelas primarias y secundarias en Raqqa y áreas rurales de las provincias de Deir al-Zor y Aleppo son los más afectados por el cierre, dijo también el portavoz. Los maestros y profesores deben someterse a una capacitación.
Según UNICEF, un total, 4,3 millones de niños sirios fueron registrados para este año escolar, según el ministerio de Educación, pero entre 2,1 y 2,4 millones no asisten a clases o lo hacen con irregularidad.
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