El ejército de Sri Lanka se apoderó el viernes de Kilinoshi, la "capital" política de los rebeldes Tigres Tamiles, y urgió a los guerrilleros a deponer las armas.
El ejército de Sri Lanka se apoderó el viernes de Kilinoshi, la "capital" política de los rebeldes Tigres Tamiles en el norte de la isla, y urgió a los guerrilleros a deponer las armas y terminar con sus cerca de cuatro décadas de conflicto separatista.
"Es una victoria sin precedentes para toda la nación", proclamó el presidente srilanqués Mahinda Rajapakse tras el anuncio de la caída de Kilinoshi después de varios meses de encarnizados combates entre los Tigres de Liberación del Elam Tamil (LTTE) y las tropas de Colombo.
"Por última vez, les digo a los del LTTE que depongan las armas y se rindan", recalcó. Los Tigres reconocieron haber perdido Kilinoshi.
"El ejército de Sri Lanka entró en una ciudad fantasma ya que toda la infraestructura civil y el cuartel general de los LTTE se han desplazado hacia el noreste", declararon los independentistas tamiles en su portal Tamilnet.
Pocas horas después de que el presidente Mahinda Rajapakse anunciara la noticia, un atentado suicida presuntamente cometido por los Tigres causó dos muertos y 36 heridos frente a una base de la fuerza aérea en la capital, Colombo.
La policía afirmó que se trataba de un atentado suicida que atribuyó a los Tigres tamiles. La toma de la ciudad no implica la aniquilación de los Tigres, pero constituye una derrota crucial después de 37 años de conflicto separatista -la guerra más larga actualmente en Asia- en esta isla de 20 millones de habitantes situada al sureste de India y que fue colonia británica hasta 1948.
"La toma de Kilinoshi por nuestros soldados es una victoria histórica", proclamó de su lado el ministro srilanqués y portavoz del partido en el poder, Maithripala Sirisena, añadiendo que "la bandera nacional ondeaba" en esta localidad tras meses de combates.
Durante la madrugada, las tropas de tierra habían atravesado la línea defensiva de los Tigres de Liberación del Elam Tamil (LTTE) y entrado en el cuartel general de la guerrilla tamil, que había formado allí su "capital" y su escaparate político con administraciones, fuerzas de policía, tribunales e incluso establecimientos bancarios.
Aunque los Tigres sean considerados como una organización "terrorista" por Estados Unidos y la Unión Europea, las agencias de Naciones Unidas y varias organizaciones humanitarias extranjeras permanecieron en Kilinoshi hasta que presionadas por Colombo, tuvieron que retirarse en septiembre de 2008.
Según los responsables militares -el acceso de la prensa al frente sur era completamente imposible- dos batallones consiguieron tomar la localidad que está situada a 330 km al norte de la capital Colombo.
Durante la tarde no se facilitó ningún saldo de víctimas. Las autoridades srilanquesas afirmaban desde hace meses que su ejército estaba a punto de tomar Kilinoshi, y acabar así con uno de los últimos bastiones de la rebelión tamil.
Los Tigres tamiles, hinduistas, luchan desde 1972 por la independencia del norte y del noreste de Sri Lanka, un país con el 75% de la población cingalesa budista.
En los últimos 30 años han muerto al menos 70.000 personas, sobre todo desde el recrudecimiento de los enfrentamientos a finales de 2005 cuando llegó al poder el presidente nacionalista Mahinda Rajapakse.
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