El fondo creado por las Naciones Unidas ayudará al país asiático bombardeado, en cual mueren miles de personas, en su mayoría niños.
El Gobierno de Suiza ha donado 3 millones de dólares (2,1 millones de euros) al Fondo contra las Bombas de Racimo para retirar miles de estos letales explosivos abandonados en los campos de Laos desde la Guerra de Vietnam (1965-1975), informaron hoy los medios locales.
El fondo, creado el año pasado por las Naciones Unidas, ha recaudado un total de 6.379.508 dólares (4,518,551 euros), gracias a las donaciones de países como Estados Unidos, Irlanda, Canadá, Bélgica y Francia.
La semana que viene Laos acogerá la primera reunión de los países que han ratificado la Convención contra las Bombas de Racimo para consensuar un plan para el desarme de los arsenales y la limpieza en zonas de conflicto o que lo sufrieron en el pasado.
Laos, bombardeado intensamente durante la "guerra secreta" de Estados Unidos en los años 70, es uno de los países donde muere más gente debido a las bombas de racimo.
Otros países afectados por estos letales explosivos son Vietnam, Camboya, Líbano y Afganistán.
En todo el mundo, estas bombas han herido y causado la muerte desde 1965 a más de 100.000 personas, un tercio de ellos niños, según la Coalición contra las Bombas de Racimo.
Más de un centenar de países han firmado y al menos 38 han ratificado la Convención contra las Bombas de Racimo, que entró en vigor el pasado 1 de agosto.
A pesar de sus aportaciones al fondo, Estados Unidos, uno de los mayores fabricante del mundo, no firmó el tratado, por lo que no se compromete a destruir su arsenal de bombas racimo, un artefacto que contiene cientos de pequeñas bombas y perjudica especialmente a la población civil.
China, Rusia, Israel, India y Pakistán, otros de los principales productores, tampoco rubricaron la convención.
Hasta el momento, seis países firmantes (España, Colombia, Bélgica, Moldavia, Noruega y Portugal) han destruido 176.000 bombas que contenían 13,8 millones de pequeños explosivos, según un informe de Human Rights Watch (HRW).
Alemania (550.000 bombas de racimos armadas con 50 millones de mini-bombas) y el Reino Unido (190.000 bombas de racimo con 38 millones de pequeños explosivos) ya han comenzado a destruir sus arsenales.
EFE
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