Disturbios que dejaron también 130 muertos comenzaron cuando un grupo de jóvenes quiso marchar a sede del Gobierno y militares afines a la rebelión popular intentaron impedirlo.
Al menos trece personas murieron hoy en la capital de Yemen durante una protesta política que se prolongó hasta bien entrada la noche, informaron fuentes médicas.
Las fuentes de tres hospitales de la capital yemení dijeron a Efe que además de los trece fallecidos había alrededor de 130 heridos de bala.
Los disturbios comenzaron cuando un grupo de jóvenes radicales quiso marchar hacia la sede del Gobierno de Yemen y militares afines a la rebelión popular intentaron impedirlo porque su protesta no estaba acordada con el resto de los grupos de oposición.
Según testigos consultados por Efe, la marcha comenzó desde una plaza situada frente a la Universidad de Saná, epicentro de las protestas contra el régimen de Alí Abdalá Saleh que comenzaron a fines de enero pasado y se intensificaron a mediados de febrero.
La marcha, denominada "El avance a la sede del Gobierno", fue organizada por un sector de los opositores al régimen de Saleh que intenta radicalizar las protestas para conseguir el derrocamiento del presidente.
En una conversación telefónica, uno de los testigos, que pidió mantenerse en el anonimato, dijo a Efe que tropas del general desertor Alí Mohsen al Ahmar intentaron evitar que los manifestantes avanzaran porque su protesta que no estaba acordada con el resto de los grupos de la oposición.
Los testigos dijeron que al principio los militares de Al Ahmar comenzaron a lanzar gases lacrimógenos y utilizar cañones agua para impedir que los manifestantes salieran de la plaza, y al no lograr disuadirlos hicieron disparos al aire.
Como los manifestantes no cejaron en su empeño de marchar hacia la sede del Gobierno, los soldados dispararon entonces contra ellos, lo que les obligó a volver a la plaza situada frente a la Universidad de Saná, aunque posteriormente volvieron a intentarlo.
Al Ahmar, considerado el "número dos" del Ejército yemení, es hermanastro de Saleh y se unió el pasado 21 de marzo a las filas de la oposición, que primero pedía reformas democráticas y después pasó a exigir directamente la renuncia del presidente Saleh.
Saleh fue primero presidente del Yemen del Norte en 1978 y pasó a ocupar la Presidencia de la República del Yemen tras la unificación entre el norte y el sur, en 1990.
Representantes de los países del golfo Pérsico están intentando poner de acuerdo a la oposición y al régimen de Saleh para que haya una transferencia pacífica del poder y nuevos comicios parlamentarios y presidenciales.
Yemen es el país más pobre de la península arábiga. Además de esta rebelión popular, Saleh se enfrenta a un intento de secesión en el sur, una revuelta chií en el norte y continuas acciones de Al Qaeda, que ha fijado en este país su base regional de operaciones.
EFE
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