En los dos viajes que ha completado hasta este lunes, el tren estaba completamente abarrotado de gente, la mayoría mujeres y niños.
Un tren especial fletado por el gobierno polaco transporta ayuda médica y humanitaria y suministros para los refugiados que llegan de Ucrania a la estación de Przemyśl (este), desde donde se canaliza el grueso de la ayuda polaca a Ucrania.
La llegada del convoy, que circula entre Kiev y Przemyśl pasando por Leópolis, es esperada con ansia, tanto por quienes esperan reencontrarse con familiares y amigos llegados de Ucrania como por quienes desean ir allí para localizar a los suyos o llevar asistencia.
En los dos viajes que ha completado hasta este lunes, el tren estaba completamente abarrotado de gente, la mayoría mujeres y niños, y por falta de asientos muchas personas tuvieron que aguantar de pie las 12 horas que tarda el convoy en recorrer los 560 kilómetros entre los dos destinos.
Según acaba de actualizar la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), al menos 422.000 personas han abandonado Ucrania desde que empezó la guerra el pasado jueves, y el Gobierno polaco informó este lunes de que 187.000 personas llegaron a Polonia desde allí.
Una soldado polaca explicó a Efe a pie de andén en la madrugada de este lunes que el flujo de gente es incesante y resulta imposible prever las horas de partida y llegada porque "todo depende de cuándo se completan los embarques y desembarques de personas y suministros".
En las inmediaciones del andén, al que se accede tras pasar un control militar, un grupo de policías y voluntarios aguarda para cargar y descargar mercancías con carritos cedidos por un supermercado y hay un equipo médico dispuesto a prestar primeros auxilios, así como varias sillas de ruedas.
La fila de gente que espera acceder al andén llegó a medir unos 50 metros en algunos momentos de la noche, a pesar de que la temperatura rondó los 7 grados bajo cero, y los numerosos coches aparcados en las inmediaciones estaban llenos de gente durmiendo.
Durante la madrugada, algunos vecinos de un edificio de viviendas situado frente a la estación llamaron desde sus ventanas a quienes quisieran pasar la noche en sus casas o en el portal.
En una explanada cercana a la estación, cocinas improvisadas ofrecían sopa, té, desinfectaban biberones cociéndolos en agua caliente y grupos de voluntarios comprobaban que todo el mundo tuviese mantas y comida.
AFLUENCIA INCESANTE DURANTE LA MADRUGADA
El tráfico de coches y furgonetas de voluntarios que acuden de toda Polonia y otros puntos tan distantes como Lituania para transportar a los refugiados a ciudades polacas fue incesante durante toda la noche y, mientras las mujeres, niños y personas mayores eran dirigidos a la estación para pasar la noche, algunos hombres recién llegados de Ucrania preguntaban cómo podían colaborar con el dispositivo de ayuda.
Maciek Kowalski, un polaco de Varsovia casado con Luba, ciudadana ucraniana, contó a Efe que pensaba pasar toda la noche frente a la verja que separa el andén del aparcamiento, a la espera de ver llegar a su hija, que estudiaba en la universidad de Leópolis.
Cerca de ellos, otros grupos de personas siguen los acontecimientos en Ucrania y establecen contacto con amigos y familiares con mensajes y videollamadas que desembocan en emotivas escenas.
Jan, un joven polaco que acaba de hablar con su novia ucraniana, explica a Efe, mientras ilumina su rostro con la luz de su teléfono móvil, que para él el tren de ayuda es como "un portal" del que espera ver salir pronto a su novia.
La cantidad de material y ayuda humanitaria que ha llegado en los últimos días a Przemyśl es tal que el alcalde de la ciudad, Wojciech Bakun, afirmó a través de mensajes en sus redes sociales y la televisión regional que "es el momento de que se atienda a otros lugares" y añadió que "la ayuda que queráis enviar será más necesaria en otros lugares".
El ayuntamiento de Cracovia, a unos 240 kilómetros al oeste de Przemyśl, afirmó el pasado viernes haber acumulado más de 60 toneladas de comida y suministros donados por los ciudadanos.
EMPLEO GRATUITO DE LOS FERROCARRILES POLACOS PARA LOS UCRANIANOS
Todos los ciudadanos ucranianos podrán usar gratis la red de ferrocarriles estatales de Polonia durante las cuatro próximas semanas y el Gobierno ha levantado temporalmente la prohibición de cerrar los domingos para los comercios de las dos provincias polacas fronterizas con Ucrania.
Biedronka, la mayor cadena de supermercados de Polonia y empleadora de unos 1.800 ucranianos, más del 2 % de su plantilla, anunció que repartirá una paga especial de unos 220 euros a todos los empleados nacionales de Ucrania y que facilitará en lo posible la contratación de sus familiares.
En ciudades de toda Polonia se están multiplicando los centros de recepción y distribución de ayuda a refugiados y son muchos los casos de ciudadanos particulares que se prestan a acogerlos en sus casas.
(Información de Efe)
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