El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, alertó sobre posibilidad de un conflicto bélico si Estados Unidos formaliza su presencia militar en Colombia.
La Cumbre de
Ecuador asumió hoy la presidencia de
Aunque no figuraba en el guión de la reunión celebrada en el colonial Convento de San Agustín, de la que el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, fue el gran ausente, Chávez provocó el debate sobre las bases para advertir de la posibilidad de un conflicto bélico si Estados Unidos formaliza su presencia militar en Colombia.
"Vientos de guerra comienzan a soplar", alertó el presidente venezolano, quien se quejó ante sus colegas de que
Los cancilleres de
Pero sí acordaron convocar una próxima reunión este mes de agosto para que los ministros de Exteriores y de Defensa lo discutan e intenten lograr una postura común.
Preocupación
La enfática intervención de Chávez -llegó a decir que Venezuela se está preparando para esa guerra y acusó a Colombia de defender la tesis del ataque preventivo- dio pie a que otros presidentes hablaran con preocupación tanto por el acuerdo militar como por la creciente beligerancia en la región.
El presidente brasileño, Lula da Silva, planteó que
La argentina Cristina Fernández advirtió de un "estado de beligerancia inédito e inaceptable" y se ofreció como anfitriona para una Cumbre Extraordinaria de
El presidente de Bolivia, Evo Morales, apuntó que es "obligación" de Unasur "salvar al pueblo colombiano de los militares norteamericanos", mientras que el paraguayo Fernando Lugo pidió que no se siente a ningún gobernante en el banquillo de los acusados, en alusión a Uribe.
En representación de Colombia, su vicecanciller, Clemencia Forero, insistió en que en su país no hay ni se van a instalar bases militares extranjeras y dijo que la negociación de Bogotá con Washington solo establece un acceso limitado de militares estadounidenses.
Transferencia
En este ambiente de preocupación, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, asumió la dirección de Unasur con el propósito de profundizar en la integración regional y con el deseo de que Suramérica se convierta en la cuarta región más desarrollada del mundo.
Correa recibió el testigo de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, que ha dirigido el organismo desde la firma de su acta constitutiva en mayo de 2008 y que se despidió del cargo encomendando el desafío de consolidar la democracia en América Latina, porque, dijo, aún no está logrado.
La "Declaración de Quito" aprobada hoy por los jefes de Estado de Unasur alienta a fortalecer la integración regional con figuras como la "ciudadanía suramericana" o la creación de un Consejo Suramericano de Derechos Humanos.
Además, con motivo de esta cumbre se ha acordado la creación de los consejos de Infraestructura y Planeamiento, de Lucha contra el Narcotráfico, de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovaciones y de Desarrollo Social.
EFE
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