De todas formas en Kolontár y Devecser se aceleró la operación de limpieza, tras haberse reparado el dique de contención, para impedir que una teórica segunda riada de lodo vuelva a invadir zonas habitadas.
El Consejo Científico estatal, que analiza la situación posterior al vertido de lodo tóxico del 4 de octubre al oeste de Hungría, afirmó hoy que la contaminación en el suelo en ninguna parte ha penetrado más de 10 centímetros.
La catástrofe sucedió cuando el dique de una balsa residuos de la fábrica de aluminio de Ajka sufrió una rotura y la fuga del "barro rojo" causó nueve muertos y más de un centenar de heridos, además de contaminar una zona de unos 40 kilómetros cuadrados.
Ahora el Comité Científico de la Comisión de Coordinación Estatal señala en su informe "que el agua potable no corre peligro de contaminarse en la región y que este hecho fue verificado también por científicos de la Unión Europea (UE) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS)".
El comunicado publicado en la página web de Protección Civil húngara apunta que el consejo elaborará planes a corto plazo y hará sus propuestas estratégicas para restablecer la salubridad en la zona contaminada.
Desde el viernes los habitantes de la localidad más afectada por el lodo corrosivo, Kolontár, a unos 160 kilómetros al oeste de Budapest, comenzaron a regresar a sus hogares, de donde fueron evacuados el sábado anterior por las autoridades.
Diferentes ONG ecologistas, como Greenpeace, han criticado la decisión del Gobierno de permitir el regreso de los habitantes a Kolontár, calificándola de "irresponsable", ya que se ignora cuáles son los efectos del vertido para la salud a corto y medio plazo.
De todas formas en Kolontár y Devecser -la otra localidad más contaminada- se aceleró la operación de limpieza, tras haberse reparado el dique de contención, para impedir que una teórica segunda riada de lodo vuelva a invadir zonas habitadas.
El Ejecutivo húngaro ha invitado a arquitectos y expertos austríacos que trabajan en el lugar para determinar cómo se podrá sellar definitivamente el agujero por donde se fugó el lodo rojo.
-EFE
La catástrofe sucedió cuando el dique de una balsa residuos de la fábrica de aluminio de Ajka sufrió una rotura y la fuga del "barro rojo" causó nueve muertos y más de un centenar de heridos, además de contaminar una zona de unos 40 kilómetros cuadrados.
Ahora el Comité Científico de la Comisión de Coordinación Estatal señala en su informe "que el agua potable no corre peligro de contaminarse en la región y que este hecho fue verificado también por científicos de la Unión Europea (UE) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS)".
El comunicado publicado en la página web de Protección Civil húngara apunta que el consejo elaborará planes a corto plazo y hará sus propuestas estratégicas para restablecer la salubridad en la zona contaminada.
Desde el viernes los habitantes de la localidad más afectada por el lodo corrosivo, Kolontár, a unos 160 kilómetros al oeste de Budapest, comenzaron a regresar a sus hogares, de donde fueron evacuados el sábado anterior por las autoridades.
Diferentes ONG ecologistas, como Greenpeace, han criticado la decisión del Gobierno de permitir el regreso de los habitantes a Kolontár, calificándola de "irresponsable", ya que se ignora cuáles son los efectos del vertido para la salud a corto y medio plazo.
De todas formas en Kolontár y Devecser -la otra localidad más contaminada- se aceleró la operación de limpieza, tras haberse reparado el dique de contención, para impedir que una teórica segunda riada de lodo vuelva a invadir zonas habitadas.
El Ejecutivo húngaro ha invitado a arquitectos y expertos austríacos que trabajan en el lugar para determinar cómo se podrá sellar definitivamente el agujero por donde se fugó el lodo rojo.
-EFE
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