Según los expertos, las erupciones en los volcanes de la península de Kamchatka no son peligrosas, pues están apartados de los centros de población.
El volcán Koriáksky (3.456 metros), en la península rusa de Kamchatka, entró hoy en erupción tras más de cincuenta años de silencio y arrojó ceniza a varios kilómetros de altura.
Las nubes de ceniza han sido avistadas a 100 kilómetros al oeste del volcán, que también despidió grandes cantidades de vapor y gas, según informaron expertos vulcanólogos a la agencia oficial Itar-Tass.
Los técnicos que se aproximaron al volcán para observar su actividad apenas detectaron restos de lava u otros materiales incandescentes en la ladera de la montaña.
Por ello, aseguran la erupción no supone un peligro para la población local, aunque aconsejaron suspender los vuelos en las inmediaciones del Koriáksky, que se encuentra a unos 30 kilómetros de la capital peninsular, Petropavlovsk-Kamchatcky.
En un día despejado, desde el centro de la ciudad se puede observar la cumbre del volcán, que reinició su actividad recientemente después de guardar silencio desde marzo de 1957.
Según los expertos, el Koriaksky vivió su era de mayor actividad hace 3.500-7.000 años.
Según los expertos, las erupciones en los volcanes de la península de Kamchatka no son peligrosas, pues están apartados de los centros de población.
En Kamchatka, península bañada por el océano Pacífico y por donde pasa un cordón volcánico de más de 700 kilómetros, existen 68 volcanes, 29 de ellos activos, que aglutinan el 12 por ciento de la actividad volcánica de todo el mundo y es la zona de mayor actividad sísmica de Rusia. EFE
Comparte esta noticia