Según el derrocado mandatario, el plan que incluía asaltar la embajada brasilera, se paró porque la comunidad internacional intervino inmediatamente.
El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, denunció hoy que el Gobierno hondureño de facto planeó el martes asaltar la embajada de Brasil, donde se encuentra refugiado, y declarar que se había suicidado, pero, dijo, el plan no se ejecutó por la intermediación de la comunidad internacional.
"Iban a asaltar la embajada (de Brasil) y declarar un suicidio por mi parte, pero José Manuel Zelaya no se está suicidando", afirmó el mandatario de Honduras en una entrevista telefónica con la cadena de televisión argentina TN.
El plan del Gobierno de facto, explicó Zelaya, se paró porque "la comunidad internacional intervino inmediatamente, incluido Estados Unidos y la OEA (Organización de Estados Americanos)".
"Hoy todavía se corre el riesgo de que sea asaltada la embajada y que se planifique que iba a ser anunciado un suicidio de parte mía como para simular que nosotros habíamos decidido morir antes de que entraran aquí", insistió.
Según Zelaya, con él se encuentran en la embajada de Brasil alrededor de cien personas que están soportando "bombardeos con productos químicos y ondas de ultrasonido que provocan malestar a la salud y ponen muy nerviosas a las personas".
"Han allanado casas vecinas a la embajada", rige "un estado de sitio total" con "miles de prisioneros y personas heridas en los hospitales" en un contexto de "terrible situación de inseguridad", afirmó.
Zelaya dijo que está en contacto "permanente" con el gobernante brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, "y otros presidentes" que asisten a la Asamblea General de la ONU, y expresó su confianza en que prospere la convocatoria al Consejo de Seguridad de la ONU de modo de contribuir a que Honduras "recupere la paz y el diálogo".
"El país está en estado de sitio total, con los aeropuertos cerrados, las carreteras, las empresas y las fábricas cerradas y la gente no puede circular por las calles", agregó.
"Los policías están en las calles reprimiendo, no dejan que la gente llegue a la embajada", denunció Zelaya, que advirtió que "el país no volverá a la calma mientras el presidente esté encerrado".
Zelaya fue detenido y expulsado del país por militares el pasado 28 de junio, y horas más tarde el Congreso nombró en su reemplazo a Roberto Micheletti, hasta entonces presidente del Legislativo.
El pasado lunes, el destituido mandatario regresó clandestinamente a Tegucigalpa y está refugiado en la embajada de Brasil. EFE
"Iban a asaltar la embajada (de Brasil) y declarar un suicidio por mi parte, pero José Manuel Zelaya no se está suicidando", afirmó el mandatario de Honduras en una entrevista telefónica con la cadena de televisión argentina TN.
El plan del Gobierno de facto, explicó Zelaya, se paró porque "la comunidad internacional intervino inmediatamente, incluido Estados Unidos y la OEA (Organización de Estados Americanos)".
"Hoy todavía se corre el riesgo de que sea asaltada la embajada y que se planifique que iba a ser anunciado un suicidio de parte mía como para simular que nosotros habíamos decidido morir antes de que entraran aquí", insistió.
Según Zelaya, con él se encuentran en la embajada de Brasil alrededor de cien personas que están soportando "bombardeos con productos químicos y ondas de ultrasonido que provocan malestar a la salud y ponen muy nerviosas a las personas".
"Han allanado casas vecinas a la embajada", rige "un estado de sitio total" con "miles de prisioneros y personas heridas en los hospitales" en un contexto de "terrible situación de inseguridad", afirmó.
Zelaya dijo que está en contacto "permanente" con el gobernante brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, "y otros presidentes" que asisten a la Asamblea General de la ONU, y expresó su confianza en que prospere la convocatoria al Consejo de Seguridad de la ONU de modo de contribuir a que Honduras "recupere la paz y el diálogo".
"El país está en estado de sitio total, con los aeropuertos cerrados, las carreteras, las empresas y las fábricas cerradas y la gente no puede circular por las calles", agregó.
"Los policías están en las calles reprimiendo, no dejan que la gente llegue a la embajada", denunció Zelaya, que advirtió que "el país no volverá a la calma mientras el presidente esté encerrado".
Zelaya fue detenido y expulsado del país por militares el pasado 28 de junio, y horas más tarde el Congreso nombró en su reemplazo a Roberto Micheletti, hasta entonces presidente del Legislativo.
El pasado lunes, el destituido mandatario regresó clandestinamente a Tegucigalpa y está refugiado en la embajada de Brasil. EFE
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