El virus de Marburgo sigue cobrando vidas en Ghana. Esta vez fue un niño el que falleció a causa de este patógeno similar al ébola y el país ya suma tres muertes.
Un niño perdió la vida recientemente en Ghana tras contraer el virus de Marburgo, un patógeno similar al ébola, lo que eleva a tres los fallecidos por el brote declarado en el país africano desde el 17 de julio, según confirmó hoy un responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El niño fallecido es uno de los dos nuevos casos reportados la semana pasada, junto a una mujer diagnosticada con la misma enfermedad, lo que eleva a cuatro los positivos detectados por ahora, indicó en rueda de prensa el subdirector de la OMS para respuesta a emergencias, Ibrahima Soce Fall.
El de Ghana es el segundo brote de la enfermedad, con un muy alto índice de mortalidad, que se declara en África Occidental, tras el declarado el pasado año en Guinea (un caso en el que el paciente también falleció).
Con anterioridad se han detectado brotes y casos esporádicos de esta enfermedad en otros países de África como Angola, la República Democrática del Congo, Kenia, Sudáfrica y Uganda.
Es virus parecido al ébola
La enfermedad por el virus de Marburgo es tan mortífera como la del ébola y se estima que en África ha causado la muerte de más de 3.500 personas.
Al igual que el ébola, provoca hemorragias repentinas y puede producir la muerte en pocos días, con un período de incubación de 2 a 21 días y una tasa de mortalidad de entre el 24 % y el 88 %.
Los murciélagos de la fruta son los huéspedes naturales de este virus, que cuando es transmitido a los humanos puede ser contagiado mediante contacto directo con fluidos como la sangre, saliva, vómitos u orina.
La enfermedad, para la que no hay vacuna ni tratamiento específico, fue detectada en 1967 en la ciudad alemana de Marburgo -origen de su nombre- por técnicos de laboratorio que resultaron infectados cuando investigaban a monos traídos de Uganda. (EFE)
¿Cómo se transmite el virus de Marburgo?
La enfermedad por el virus de Marburgo se transmite a los humanos por contacto directo con murciélagos Rousettus durante una estancia prolongada en cuevas habitadas por estos animales.
La transmisión de la enfermedad entre persona y persona ocurre por contacto directo de la piel lesionada o líquidos corporales como sangre, secreciones, órganos u otros. Además, también con superficies o objetos contaminados con esos líquidos corporales de una persona infectada.
Comparte esta noticia