Strive Masiyiwa, un magnate de las telecomunicaciones en Zimbabue que suele aperecer en las listas de Forbes, ofreció a los médicos pagarles un monto adicional al de sus salarios, cada mes.
Los médicos residentes de Zimbabue han puesto fin a una huelga de cuatro meses que puso contra las cuerdas a la sanidad pública tras aceptar una oferta del multimillonario zimbabuense Strive Masiyiwa.
La huelga, que empezó el pasado 3 de septiembre en protesta contra los bajos salarios y las pobres condiciones de trabajo, había dejado desamparados a muchos pacientes que no podían costearse acudir a la sanidad privada.
El portavoz de la Asociación de Médicos de Hospitales de Zimbabue, Masimba Ndoro, cuyo sindicato representa a más de mil doctores de centros públicos, señaló que aceptaron una oferta de la Fundación Higherlife, gestionada por Masiyiwa y su esposa, Tsitsi.
Masiyiwa es el fundador y presidente ejecutivo del gigante de las telecomunicaciones zimbabuense Econet y, según la revista "Forbes", tiene una fortuna personal valorada en más de 1.000 millones de dólares. "Puedo decir que sí, que los médicos ahora volverán a su trabajo", confirmó Ndoro.
Ayuda mensual
La fundación de Masiyiwa pagará a cada médico residente una ayuda de entre 238 y 476 dólares cada mes y cubrirá costes de transporte. Con todo, Ndoro aclaró que la vuelta al trabajo no cambia el hecho de que los doctores carecen de apoyo del Gobierno en los hospitales públicos, donde escasean los medicamentos, los equipos técnicos y material tan básico como guantes y jeringuillas. "La situación en los hospitales no ha cambiado", aseveró el portavoz.
El Ejecutivo zimbabuense llegó a despedir a 500 médicos residentes por secundar la huelga, una de las más largas que ha soportado este país de África del Sur, si bien estos profesionales podrán beneficiarse ahora de la oferta del multimillonario.
El pasado año, la movilización civil y el enfado de los ciudadanos aumentaron en Zimbabue con diversas protestas a causa de la escasez de dinero efectivo y de combustible, así como del incremento desorbitado de los precios. (EFE)
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