En gran número los artistas de la calle se movilizaron hasta la legislatura de Argentina donde expresaron su rechazo al cuestionado proyecto de ley.
Un gran número de payasos, bailarines, malabaristas y músicos de todo tipo protestó con una colorida caravana frente a la legislatura de la capital de Argentina contra un proyecto de ley al que acusan de restringir el arte callejero.
Al son de tambores, trompetas y bombos los artistas hicieron un abrazo simbólico a la legislatura, donde se discute un proyecto que castiga con multas y días de arresto a quienes causen "ruidos molestos" en la vía pública.
Angel Fontana, director de 'Los Fantoches de Villa Urquiza', una de las murgas que anima los carnavales de la ciudad cada febrero, manifestó estar en contra de esta ley. "Eso no se puede hacer, quieren que el arte se convierta en una contravención y pueden dejarte cinco días arrestado, volvimos a la dictadura", dijo.
Explica que en las más de 200 murgas que existen en la ciudad participan unas 15 mil personas que ensayan en centros culturales, plazas y parques. Además de bailarines y músicos de murgas, existen más de tres mil artistas ambulantes en la ciudad, según datos del sector.
Hasta el momento, para que la policía actúe es necesario que una persona formalice una denuncia. De aprobarse la nueva normativa bastará con un llamado anónimo.
El proyecto no especifica cuándo un ruido es molesto, lo que según los artistas abre el camino a arbitrariedades.
Como él, son varios los artistas callejeros quienes rechazan esta medida, pues indican que pueden perder sus trabajos al abrírsele causa penal, las cuales de acuerdo a lo que indican, se abren tras una denuncia anónima.
"El arte callejero no es delito", se lee en los carteles que penden de monociclos, instrumentos musicales y valijas de payasos.
(Con información de AFP)
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