La mandataria aseguró que su tarea seguirá "con más fuerza que nunca" y que el lugar de un militante está "junto al pueblo".
La presidenta saliente de Argentina, Cristina Fernández, aseguró que su tarea seguirá "con más fuerza que nunca" y que el lugar de un militante está "junto al pueblo", en uno de los últimos actos de su mandato de ocho años que finaliza a la medianoche de este miércoles.
"La tarea sigue. El lugar natural de un militante no tiene que ser el gobierno, el lugar natural de un militante siempre es junto al pueblo, a la gente", dijo Fernández en la sede del Ejecutivo.
"Pido que Dios ilumine a toda la dirigencia argentina, a quienes van a tener la responsabilidad de gobernar el país, que piensen en este mundo nuevo, que cuiden a la Argentina, porque no hay lugar seguro en el mundo y tenemos que tener la claridad y la inteligencia de saber que tenemos que poner los intereses del país por sobre todo alineamiento de afuera", sostuvo.
"Creo que el trabajo sigue con más fuerza que nunca", insistió Fernández en el acto, al que asistieron el presidente de Bolivia, Evo Morales, sus ministros, miembros de organizaciones de derechos humanos, su hijo Máximo y su pequeño nieto Néstor Iván, entre otros.
Fernández afirmó que en distintos países de la región "se intenta, y en algunos casos se logra, cambiar lo que fue y lo que es y lo que seguirá siendo: la conquista de derechos, avances y progresos logrados con dificultades".
"Estoy convencida de que la gente va a defender cada uno de esos derechos adquiridos durante esta década y durante estos doce años, más allá de las marchas y contramarchas que tiene la historia en la región", sostuvo.
Aseveró que "hay una agenda que desde afuera se ha escrito para la región" y que, según su visión, "pivotea" sobre "tres ejes fundamentales", uno político, una "hegemonía mediática" en la "batalla de las ideas" y un tercero al que denominó como "partido judicial", un "trípode" sobre el cual "se opera en los distintos países de la región".
Fernández agradeció especialmente la presencia de Morales y a los ministros del Gabinete saliente que, aseguró, tuvieron que aguantar "agravios, calumnias, injurias".
La mandataria dejó inaugurado en la Casa Rosada un busto de su esposo y antecesor, el fallecido presidente Néstor Kirchner (2003-2007).
Posteriormente, se trasladó a la Plaza de Mayo, a las puertas de la Casa Rosada, donde se han concentrado miles de militantes kirchneristas para darle la despedida, y dar un último discurso.
Durante el discurso, Fernández no hizo ninguna referencia sobre su decisión de no asistir a la ceremonia de investidura del presidente electo, Mauricio Macri, quien jurará el cargo este jueves.
Hasta el momento en que Macri preste juramento, será Federico Pinedo, de Propuesta Republicana (Pro, partido del electo mandatario), quien, en su carácter de titular provisional del Senado ejerza la Presidencia de Argentina desde la medianoche de hoy, tras una decisión judicial.
EFE
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