Los activistas protestaron así contra la tala de los bosques argentinos propiciada, denuncian, por la actividad agrícola e inmobiliaria.
Un grupo de 65 activistas de Greenpeace transformó el Puente de la Mujer de la ciudad de Buenos Aires en un árbol caído para protestar contra la tala de los bosques argentinos propiciada, denuncian, por la actividad agrícola e inmobiliaria.
La transformación. Desde las 06.00 hora local (09.00 GMT), 10 escaladores de la organización ecologista se colgaron de la icónica infraestructura, ubicada en el barrio de Puerto Madero, y desplegaron luego una gigantografía de 120 metros cuadrados que ilustra a una excavadora derribando un árbol, con la que cubrieron parte del puente.
Mensaje ecologista. Otro equipo de activistas acompañó a los escaladores desde abajo y, cuando la lona quedó colocada, desplegó una pancarta con el lema: "Destruir bosques es un crimen".
Denuncia. "No es suficiente con que se aplique una multa irrisoria en valores económicos a quienes destruyen los bosques de manera ilegal", afirmó a Efe Hernán Giardini, coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace, quien acusó a las grandes empresas agrícolas e inmobiliarias de fomentar esta práctica.
Preocupante deforestación. Giardini detalló que en los últimos 25 años se destruyeron en Argentina cerca de "7 millones y medio de hectáreas forestales", una superficie que equivale a todo el territorio de Escocia.
Los culpables. Según indicó, Argentina se encuentra entre los diez países del mundo que más destruyen los bosques, una práctica que se intensifica en provincias del norte del país como Salta, Santiago del Estero, Chaco o Formosa, "por el avance de la soja y la ganadería" y en la Patagonia y Córdoba por la "construcción". (EFE)
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