El representante norcoreano en el Perú, Kim Hak Chol, recibió a RPP Noticias en su residencia y compartió su visión y su deseo de una reunificación con Corea del Sur.
Actualización: esta entrevista fue publicada originalmente el 16 de agosto de 2016.
El paralelo 38 es una zona minada de 4 kilómetros de ancho y 238 de longitud que separa Corea del Norte de Corea del Sur. En Lima, las embajadas de ambos países están distanciadas apenas por 300 metros y se ubican en la misma calle del distrito de San Isidro, acaso el más lujoso de la ciudad. La residencia norcoreana es una casa adapta para la función diplomática, blanca, impecable, con una imagen de Kim Jong Un, Jefe Supremo del país asiático (ese es su título oficial), sobre la puerta principal. El embajador norcoreano en Perú, Kim Hak Chol, explica a RPP Noticias en un castellano perfecto que no le molesta que llamen a su país Corea del Norte, pero su tarjeta dice que él es representante de la República Popular Democrática de Corea.
Las relaciones comerciales entre Perú y el país asiático son modestas. Las exportaciones a Corea del Norte apenas ascienden a 39 mil dólares. Los productos más solicitados son pescados y mariscos (globitos, calamares, jibias y pota). El embajador sin embargo siente con mayor intensidad la relación cultural.
“Hay muchos peruanos que escribieron sobre Corea y allá se leen muchos libros de los peruanos. Entre ellos destacaría al señor Genaro Carnero Checa, que fue presidente de la Federación de Periodistas del Perú que escribió un libro muy famoso: Corea, acero y arroz. También hay otros señores como Genaro Ledezma, Alberto Moreno y recientemente unos señores amigables como Yuri Castro, Estuardo Martínez y la señora Katy Campos. Todos ellos escribieron libros sobre Corea. También destacaría al escritor Mario Vargas Llosa, a quien se lee en Corea. Hace unos años vi La ciudad y los perros en el Festival de Cine de Pyonyang. Fue muy interesante para mí que se exhiba en español”.
Relación diplomática con Corea del Norte
Oficialmente Perú no posee una embajada en Pyonyang. Según cifras oficiales, ningún peruano vive en ese país, pero existe una oficina adjunta para cualquier tema relacionado a Corea del Norte en la embajada en China. En 2013, el expresidente Ollanta Humala recibió las credenciales de Kim Hak Chol como embajador, quien le invitó a visitar su país. El ofrecimiento nunca se materializó, pero el mismo se le hará a su sucesor Pedro Pablo Kuczynski.
“A todos los presidentes se les invita a visitar nuestro país. Tenemos una relación amistosa con Perú y desde la década de 1970 tenemos una oficina comercial en Lima. El 15 de diciembre de 1988, los gobiernos de ambos países tomaron la decisión de establecer oficialmente las relaciones diplomáticas a nivel de embajador. Pensamos que estas relaciones contribuyen mucho a fortalecer la comprensión mutua, cercanía y amistad entre ambos pueblos. Siempre decimos que la puerta de nuestro país está abierta a todos los peruanos que quieran visitarlo”.
“Somos un país pacífico”
Corea del Norte existe como país desde 1948, tras separarse de Corea del Sur y quedar bajo el protectorado de la Unión Soviética. Tras la guerra en la década de 1950, ambos firmaron un armisticio, pero nunca un tratado de paz. “Nuestro ejército está preparado para convertir a nuestros enemigos en un mar de fuegos si se diera esa orden”, dijo Kim Jong-Un como respuesta a las acciones militares de Estados Unidos cerca de sus fronteras hace unos meses. El embajador en Perú asegura, sin embargo, que el suyo es un país sin ánimos de pelea, pese a los 700 mil soldados de su ejército regular.
“Somos un país pacífico, amistoso y solidario. Es correcto, es real que trabajamos mucho para fortalecer nuestro poderío militar. Esto se debe a la amenaza militar de los Estados Unidos. La península de Corea está dividida desde 1945 y en 1950 tuvimos una guerra, pero Estados Unidos nunca renunció a amenazar militarmente a nuestro país. En esta situación nos vemos obligados a fortalecer nuestro poderío militar porque no podemos permitir que nos amenacen o invaden militarmente. Sería un caso igual que a una casa pacífica llegue un ladrón armado con una ametralladora y le pide al dueño de la casa que se desarme. Después lo invade y pone en fuego esa casa. Nosotros no lo podemos permitir. Apreciamos altamente la dignidad nacional, por lo tanto, a toda costa siempre defenderemos nuestra soberanía. Pero no somos agresivos, en nuestra historia de 5,000 años nunca invadimos a ningún país. En el siglo XX fuimos víctimas del Imperio Japonés con 35 años como una colonia japonesa. Nosotros nunca más queremos permitir ser colonia de un país potente. Geopolíticamente estamos en una situación muy importante. Somos como un trampolín, quien ocupa Corea puede invadir fácilmente a Rusia y a China”.
Al capitalismo dile no
Aunque la situación de Corea es similar a la de Alemania a mediados del siglo XX, la unificación del país europeo no le parece un buen ejemplo al embajador norcoreano. En 1990, tras la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), la República Democrática de Alemania (socialista) se unió a la República Federal de Alemania (capitalista) tras años de separación en medio de la Guerra Fría. El sistema capitalista rige desde entonces en Alemania y a Kim Hak Chol esa idea no le gusta. Corea del Norte es partidaria de una confederación, donde el norte y el sur se rijan por sus actuales sistemas de gobierno. Pero el punto más complicado para cualquier tipo de reunificación es la presencia de Estados Unidos en Corea del Sur, donde cuenta con 28 mil soldados.
“Tras la Guerra de la década del 50 firmamos el armisticio en 1953. Esto no es la paz. Nosotros pedimos al gobierno norteamericano cambiar el armisticio a un tratado de paz y recibimos la negativa. En la península no existe aún la paz verdadera, todavía hay tensión, pero nosotros siempre trabajamos para eliminarla. Queremos unificar nuestro país de una manera pacífica, que es la única manera. Una guerra sería un desastre para toda la nación. Queremos la unificación sin la intervención de los Estados Unidos. Ellos deben estar en su país, no en Asia. Estamos seguros que llegaremos finalmente a la reunificación”.
Vacaciones en Corea del Norte
El turismo en el país asiático ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años y en la agencia Koryo Tours los viajes ya no limitan a cupos. Llegar hasta Corea del Norte cuesta entre 1,500 euros y 3,000 euros, precio que no incluye el viaje hasta China u otras de las escalas obligatorias antes de llegar hasta la capital Pyonyang. Los vuelos de Lima a Beijing cuesta alrededor de 1,700 dólares. Pero son necesarios algunos requisitos previos.
“Tenemos el trámite de visa normal como otros países. Como turista compras un paquete de turismo como los norteamericanos, canadienses, británicos, españoles. Si quieres hacerlo en una misión oficial como periodista, empresario, puedes hacer el trámite a través de nuestra embajada luego de un trámite de 15 a 20 días. Del Perú a Corea no hay vuelo directo. Tienes que llegar a China, a Moscú o algunos países de Medio Oriente, primero. Desde Beijing se demora una hora y media, hay vuelos todos los días”
La entrevista acaba, pero los buenos modales siguen intactos. En la apacible calle Guillermo Marconi de San Isidro, el secretario del embajador de Corea del Norte ofrece algo de tomar y regresa con una bandeja y dos vasos de Coca Cola. Un signo de la globalización de estos tiempos.
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