China no es el único país asiático que tiene una forma de contar los años distinta a la de Occidente. Conoce la historia del calendario propio de Japón y su origen milenario
Mientras el resto del mundo vive el segundo mes del 2019 y China inicia el Año del Cerdo, Japón se encuentra inmerso en el año Heisei 31 por una tradición milenaria que mide el tiempo por eras y obliga a los ciudadanos nipones a utilizar dos calendarios. "Tengo que usar el año de la era cuando voy al médico, cuando firmo un contrato o cuando hago exámenes en la escuela. Pero para otras cosas utilizo el otro año. Es un poco fastidioso", explica a la agencia Efe Marina Ito, una tokiota de 23 años.
Aunque el uso del sistema occidental a la hora de datar se ha extendido en el país, esta costumbre adoptada de la tradición china sigue formando parte de la vida cotidiana de los japoneses. El calendario nipón se utiliza para fechar la mayoría de trámites vinculados a la administración pública, como el pago de impuestos o el registro familiar y de residencia, así como la documentación médica y el carné de conducir.
De la misma manera, el nombre de la era consta todavía en calendarios físicos, la prensa escrita, los currículum profesionales y los exámenes escolares, entre otros. El próximo 30 de abril, el emperador japonés Akihito cederá el milenario Trono del Crisantemo al príncipe Naruhito, poniendo fin a 31 años de Heisei y encentando un nuevo capítulo en la historia de este país.
A partir de ese día, los japoneses deberán acostumbrarse a fechar los documentos con una unidad distinta, algo que no preocupa a Erika Nadaira, una oficinista de 33 años que utiliza este sistema a diario. "No creo que me suponga ningún problema, aunque no lo he pensado seriamente", sostiene.
Japón es el único lugar del mundo donde todavía se hace uso de este sistema de división del tiempo, que implica un cambio de periodo con cada ascenso al trono de un nuevo emperador. En el pasado, el fin de cada etapa lo decidía el propio monarca cuando quería marcar un nuevo comienzo tras una crisis o desastre natural, pero en el siglo XIX se pasó a vincular cada periodo a un solo reinado.
Cambio de emperador
Akihito, que decidió abdicar en 2016 al considerar que su avanzada edad le impedía desarrollar sus funciones en plena capacidad, será el primer monarca nipón en renunciar al trono en dos siglos. El Gobierno de Japón planea bautizar el nuevo periodo a principios de abril, un mes antes del ascenso de Naruhito.
La nueva era recibirá un nombre o "gengo" compuesto por dos caracteres japoneses ("kanji") cuyo significado debe representar la expectativas esta etapa. Heisei simbolizó un tiempo de "paz y logro". Nadaira reflexiona que este cambio "puede ser problemático" para algunas empresas. La administración pública y miles de compañías niponas tendrán que adaptar su documentación a la nueva denominación.
De la misma manera, el sector tecnológico afrontará el reto del primer cambio de era desde la aparición de internet, algo que preocupa a empresas como Microsoft, que temen que se repita el error informático que tuvo lugar con el cambio de siglo. "En realidad creo que será más fácil para nosotros porque será el año 1", opina Ito, que admite que a menudo tiene que consultar las equivalencias entre el año de la era y el año internacional.
Las oficinas del Gobierno ofrecen una tabla de conversión para quienes tengan problemas a la hora de rellenar documentos, algo que también incluyen algunas agendas. Asimismo, teléfonos inteligentes cuentan con aplicaciones que hacen el cálculo de forma automática. "Puede ser molesto porque, por supuesto, no recordamos todos los números", explica Ito. Sin embargo, y a pesar de las inconveniencias que en ocasiones le supone, la japonesa mantiene que no renunciaría a una tradición que todavía hoy sigue profundamente integrada en la sociedad nipona. EFE
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