Los yihadistas realizaron esta ejecución públicamente y, según la prensa internacional, exigieron la presencia de menores entre la audiencia.
El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) decapitó en público a un hombre acusado de brujería en la localidad de Nínive, en Irak.
La ejecución, que fue publicada por el grupo terrorista, se realizó públicamente y, según la prensa internacional, exigieron la presencia de menores entre la audiencia.
Antes de acabar con la vida del sujeto, los verdugos gritaron la frase “Alá es grande”.
Después de la ejecución, uno de los terroristas leyó los cargos que le fueron imputados a la víctima.
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