Una de las parejas ganó un premio especial de unos 105 dólares por aguantar el mayor tiempo dándose el primer beso de casados.




Los 700 residentes de barrios humildes de Manila (Filipinas), ataviados con sus mejores galas y acompañados por unos 500 familiares, abarrotaron el polideportivo de San Andrés, decorado para la ocasión con arreglos florales y globos en forma de corazón.
Entre todos los presentes destacaba la pareja decana, la que más tiempo llevaba de espera para contraer matrimonio.
"Llevamos 42 años siendo pareja, tenemos una hija en común, pero no nos pudimos casar antes porque nuestros familiares no nos lo permitían", cuenta a Efe Eduardo Muñoz, de 74 años.
Su mujer, Angelina Manalo, de la misma edad, pertenecía a la Iglesia Independiente de Filipinas, en la que está mal visto contraer matrimonio con una persona ajena a ese culto.
"En cuanto la vi me sentí atraído por ella, pero a sus padres no les hacía ninguna gracia que se casara conmigo porque no era de los 'suyos', así que hemos estado 42 años juntos sin pasar por el altar por respeto a nuestros mayores", explica Muñoz.
La gran mayoría de los contrayentes, todos ellos de la zona centro de Manila, decidieron pasar por el altar de esta peculiar forma porque no cuentan con los medios económicos para hacerlo de otra manera.
El municipio de Manila se ha gastado unos 350.000 pesos (unos 6.500 euros o 7.300 dólares) para que estas 350 parejas puedan formalizar su relación.EFE
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