El líder de Corea del Norte calificó como un "serio revés" para su desarrollo las sanciones impuestas.
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, criticó por segunda vez en una semana las sanciones internacionales impuestas al país asiático, a las que calificó como un "serio revés" para su desarrollo.
"Las persistentes sanciones y obstáculos de las fuerzas hostiles son un serio revés para el avance de nuestro socialismo", dijo Kim, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias KCNA, durante su inspección a un proyecto de reconstrucción en el distrito de Samjiyo, donde nació su padre y fallecido líder, Kim Jong-il.
El mariscal norcoreano -que estuvo acompañado por su esposa, Ri Sol-ju, y altos funcionarios del partido único- dijo que pese a ello el país está "escribiendo una historia de milagros legendarios en las condiciones más difíciles", y llamó a considerar las obras no como una mera remodelación, sino como un pulso ante los enemigos.
Estos comentarios de Kim se revelan dos días después de que KCNA publicara otra poco habitual crítica del líder a las sanciones, a las que tildó de "bandidescas" durante su visita a un complejo turístico en construcción en Wonsan-Kalma (costa este del país).
Corea del Norte, a través de sus medios oficiales y externos, ha protestado contra las sanciones encabezadas por Washington, pero no es habitual que Kim se pronuncie personalmente en estos términos, sobre todo tras la cumbre que mantuvo en junio en Singapur con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Los comentarios del líder norcoreano se producen después de que Washington haya reiterado su posición de mantener la presión sobre Pyongyang pese a las negociaciones sobre su desnuclearización, que parecen estancadas. (EFE)
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