Más de 150 artistas interpretaron un repertorio de 26 canciones durante un concierto en el Gran Teatro del Este.
Los artistas de Corea del Sur que actuaron el domingo en Pyongyang, el primer concierto de surcoreanos en el Norte en más de una década, se sintieron "abrumados" y agradecidos por los fuertes aplausos de la audiencia, entre ellos del líder Kim Jong-un.
"Estaba tan abrumado que ni siquiera podía ver la partitura", dijo el guitarrista Choi Hee-seon, miembro del grupo liderado por el cantautor Cho Yong-pil -precisamente el último surcoreano en actuar en el país, en un concierto en solitario en 2005- tras la actuación, en declaraciones publicadas por los medios que los acompañan.
El grupo de 160 artistas del Sur interpretó un repertorio de 26 canciones durante un concierto que se prolongó unas dos horas y al que el público del Gran Teatro del Este, a rebosar (con capacidad para 1.500 personas), respondió con sonoros aplausos y ovaciones.
Los asistentes "aplaudieron más fuerte de lo que esperábamos y los vimos cantar algunos temas. Esto nos ayudó a relajarnos", dijo por su parte Yeri, una de las cuatro integrantes del quinteto Red Velvet que han viajado a la capital norcoreana, donde interpretaron algunos de sus últimos éxitos K-pop como Red Flavor y Bad Boy.
"Una flor de esperanza está floreciendo en las relaciones intercoreanas", dijo la cantante y actriz surcoreana Seohyun en el arranque del recital, en el que ejerció como maestra de ceremonias.
La artista, de 26 años y uno de los iconos del fenómeno K-pop, hizo una colaboración sorpresa con la orquesta norcoreana Samjiyon durante su actuación en Seúl en febrero.
En el concierto de la víspera, la surcoreana interpretó Buleun beodeunamu (Sauce verdoso), una canción popular norcoreana muy vinculada a la primavera y a Pyongyang, también conocida como Ryugyong, el nombre de uno de sus barrios y que significa "la capital de los sauces".
Entre otras canciones que resonaron en Pyongyang destacaron algunos como Keu gyeoul-ui chasjib (Casa de té de invierno), de Cho Yong-pil, y Sarangui milo (Laberinto del amor), un éxito de 1984 de la cantante Choi Jin-hee, dos de los temas favoritos del fallecido líder Kim Jong-il, padre de Kim Jong-un.
Kim, que acudió al concierto con su esposa, Ri Sol-ju, saludó a los artistas una vez terminada la actuación y se tomó una fotografía con ellos ampliamente difundida por los medios estatales.
El líder norcoreano afirmó que las dos Coreas deberían realizar representaciones culturales con más frecuencia y sugirió que podrían organizar otro evento en Seúl en otoño, según recogieron los medios presentes. (EFE)
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