El candidato liberal obtuvo más del 40% de los votos y fue elegido como sucesor de la destituida Park Geun-hye.
Moon Jae-in ganó las elecciones celebradas de este martes en Corea del Sur y será el nuevo presidente del país. El político liberal rompió con una década de dominio conservador tras el caso de corrupción ‘Rasputina’, por el que su predecesora, Park Geun-hye, fue removida del puesto en diciembre del año pasado.
La Comisión Oficial Electoral (NEC) proclamó ganador a Moon con más del 88% de los votos escrutados, de los cuales Moon logró el 40,28 % frente al 25,08 % de su perseguidor inmediato, el conservador Hong Yoon-pyo. La distancia con sus adversarios, de más de cuatro millones de votos, llevó al político a proclamarse vencedor horas antes ante miles de seguidores congregados en la emblemática plaza de Gwanghwamun de Seúl. Este fue el mismo escenario de las mayores protestas contra la expresidenta Park Geun-hye tras el estallido del escándalo "Rasputina".
El nuevo presidente. Moon asumirá el cargo prácticamente de inmediato, en vez esperar los dos meses de "transición" que son tradición en el país. Al frente del país hay un Gobierno interino desde hace cinco meses, cuyo presidente te provisional, Hwang Kyo-ahn, anunciará este miércoles su salida de un cargo que ha ocupado desde que el pasado 9 de diciembre el Parlamento destituyó a la expresidenta conservadora Park Geun-hye.
Moon se ha comprometido a crear empleo públicos, a potenciar las pymes o a reducir la tremenda desigualdad en un país donde el 10 por ciento de los asalariados se lleva la mitad de lo generado, algo que revela la tremenda concentración de riqueza y poder de los "chaebol" (los grandes conglomerados controlados por clanes familiares). Su organización, el Partido Democrático (PD), domina la Asamblea Nacional (Parlamento) pero sin mayoría absoluta, por lo que deberá pactar sus planes de reforma hasta 2020, fecha de las próximas legislativas.
Desafíos y retos. También deberá decidir si concede un indulto (tal y como se ha hecho con anteriores expresidentes surcoreanos) a Park Geun-hye en caso de que sea condenada o si demostrará su compromiso en la lucha contra la corrupción manteniéndola en prisión. Moon, exabogado de 64 años versado en la lucha por los derechos civiles, deberá encarar también la actual crisis que vive la península de Corea ante los continuos test de armas del régimen de Pyongyang y la endurecida retórica del Gobierno de Donald Trump.
Se creen que el nuevo presidente surcoreano buscará un mayor entendimiento con Corea del Norte tras los diez años de pésimas relaciones de los Gobiernos conservadores en Seúl. Esto podría calmar los ánimos estadounidenses y aliviar la actual crisis. "Es improbable que haya cualquier cambio significativo de manera inmediata debido al peso de la amenaza nuclear norcoreana. No obstante, en comparación con otros candidatos, Moon tiene una proyección a largo plazo más concreta con respecto a la mejora de las relaciones intercoreanas”, explicó Kim Sung Chull, profesor de la Universidad Nacional de Seúl.
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