El acuerdo entre ambos países fue negociado por Estados Unidos y puso una pausa al conflicto que amenazaba con incluir armamento nuclear.
¿Cómo lograron India y Pakistán, después de una rápida y peligrosa escalada de tensiones, acordar repentinamente un alto el fuego? El acuerdo, anunciado y negociado por los Estados Unidos, puso una pausa a la que amenazaba ser una guerra de potencias nucleares.
El conflicto comenzó con el primer ataque militar reportado de la India ('Operación Sindoor') el 7 de mayo a las 01:05 (hora de la India). Aquí hay un análisis de los posibles factores y la cronología que llevaron a este desarrollo.
Fuerzas en pugna
En el tablero geopolítico, la India se sitúa como una potencia militar significativamente mayor que Pakistán. Con la cuarta posición en el Índice Global de Poder de Fuego 2025, Nueva Delhi cuenta con un ejército activo de alrededor de 1,46 millones de efectivos, complementado por una vasta reserva.
En contraste, Pakistán, en la posición número 12, mantiene una fuerza activa de 654.000, respaldada por fuerzas paramilitares. Esta disparidad se extiende al poderío aéreo y terrestre, con la India operando una flota de aviones de combate y vehículos blindados considerablemente mayor.
Sin embargo, ambos países poseen arsenales nucleares.
El catalizador
El mortal ataque terrorista en Pahalgam el 22 de abril, en la Cachemira controlada por la India, que se cobró la vida de 26 turistas, predominantemente indios, sirvió como detonante inmediato de la fuerte escalada.
La India rápidamente culpó a un grupo terrorista supuestamente respaldado por Pakistán por los asesinatos, si bien no ha presentado evidencias públicamente de esta acusación. Este incidente llevó las relaciones a su punto más bajo en décadas. La India juró venganza.
La India lanzó la 'Operación Sindoor' el 7 de mayo, a las 01:05 (hora india), para destruir por sí misma supuestas bases terroristas en suelo paquistaní, y solucionar por su cuenta lo que asegura era la inacción intencional de Pakistán. El ataque duró 25 minutos y bombardeó una decena de objetivos.
Islamabad exigió pruebas de las acusaciones, y el primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, aseguró ayer que esta acusación obligó a Pakistán a entrar en una guerra injustificada. Según Pakistán, alrededor de treinta civiles murieron en el bombardeo indio.
Enemigos separados al nacer
Si bien los conflictos entre India y Pakistán han sido una característica recurrente desde su independencia en 1947, la escalada de mayo de 2025 presentó algunas diferencias notables. La velocidad con la que se intensificaron los ataques aéreos tras los incidentes iniciales marcó una pauta preocupante.
Ambos lados afirmaron haber interceptado gran parte de los proyectiles del adversario, pero también admitieron daños, incluyendo el derribo de aviones indios, entre ellos los sofisticados Rafale, una afirmación que la India no confirmó.
Este intercambio de fuego de alta intensidad en un lapso tan corto no se había presenciado en escaladas recientes. La última guerra indo-paquistaní ocurrió en 1999, y por tanto este fue un despliegue de tecnología militar nunca antes visto en este conflicto.
La mediación estadounidense
Pese a que Estados Unidos había dicho que no se involucraría en el conflicto, ayer inesperadamente el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció un acuerdo de cese al fuego inmediato con la mediación de Washington.
La India y Pakistán confirmaron el acuerdo alcanzado a las 17:55 (hora india) del 10 de mayo. Aunque Pakistán reconoció más tarde la mediación de EE.UU., la India ha hecho hincapié en que el acuerdo se alcanzó en una conversación directa de los jefes militares, y evitó toda referencia a la Casa Blanca.
Trump volvió a publicar un mensaje este domingo refiriéndose a su rol en la mediación, y dio un paso más allá, asegurando que intentaría ayudar a conseguir una solución al asunto de Cachemira, el gran contencioso ha mantenido a India y Pakistán enemistado por décadas.
Este ofrecimiento es llamativo, ya que si bien Pakistán ha pedido siempre la mediación internacional para resolver la disputa de este territorio del Himalaya que las dos naciones asiáticas reclaman en su totalidad, la India ha rechazado abiertamente cualquier intento de un tercero en involucrarse.
El alivio del cese al fuego
La posesión de armas nucleares por parte de ambos países impone una cautela inherente, si bien las dos naciones, con doctrinas distintas sobre el uso del poder nuclear, jamás han puesto sobre la mesa la posibilidad de usar su arsenal nuclear, y los conflictos se han mantenido en el uso convencional militar.
El alto al fuego puso una pausa en las hostilidades, pero no aborda las causas profundas del conflicto de Cachemira ni la compleja relación bilateral entre la India y Pakistán.
Este además parece frágil, apenas tres horas después de su anunció, ambas partes anunciaron violaciones que, según algunas fuentes, fue producto de un entendimiento distinto de dónde y qué estaba permitido en el pacto acordado en un momento acalorado. La India y Pakistán entendieron dos límites distintos.
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