La orquesta Samjiyon ofreció un histórico concierto ante más de un millar de espectadores.
La orquesta norcoreana Samjiyon ofreció anoche, víspera de la inauguración de los Juegos de PyeongChang, un histórico primer concierto en Corea del Sur marcado por un fuerte dispositivo de seguridad y nuevas protestas en contra del régimen.
Liderada por Hyon Song-wol, supuesta expareja del líder norcoreano, la orquesta interpretó clásicos de la música coreana como el tema Arigang ante el millar de espectadores que presenció su actuación en el Arts Center de la ciudad de Gangneung, una de las sedes de los Juegos.
El conjunto, cuyo nombre viene del condado norcoreano a las faldas del monte Paektu (lugar sagrado en la particular iconografía del régimen), integra a 140 músicos procedentes de conocidas bandas norcoreanas como Chongbong o Moranbong, que también lidera Hyon.
Horas antes de que la orquesta llegara al auditorio, más de un millar de agentes de policía estaban ya desplegados a su alrededor.
A unos 200 metros del recinto, y acordonados por un rígido cinturón policial, un centenar de manifestantes conservadores celebraron una estruendosa protesta como las que estos días se han repetido en distintos puntos de Corea del Sur, espoleados por el paréntesis en la ola de frío que azotó la península el último mes.
La concentración estuvo marcada por los rifirrafes con los agentes, las "taegukgi" (la bandera surcoreana), las enseñas de EE.UU., los carteles pidiendo que Washington realice bombardeos preventivos sobre Corea del Norte, o los insultos por megafonía al líder norcoreano, Kim Jong-un, y al presidente sureño, Moon Jae-in.
A la visita de la orquesta se ha sumado el envío a PyeongChang desde el Norte de un equipo de exhibición de taekwondo o de 229 animadoras, consideradas el paradigma de lo que el régimen entiende por soft power, y que, en conjunto, están logrado copar toda la atención mediática por encima de la competición deportiva. (EFE)
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