Según fuentes de su agrupación política, la expresidenta de Chile llega por motivos de "agenda personal". En la víspera, durante su visita a Perú, se manifestó a favor de aprobar la nueva Constitución de su país
La expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, aterrizó la tarde de ayer en Santiago, según confirmaron medios locales, horas después de emitir declaraciones a favor de una nueva Constitución para su país durante su visita a Perú como alta comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos.
Su llegada se produce a un mes y medio de que Chile vote en sufragio obligatorio si valida la Carta Magna que se comenzó a redactar hace un año o si prefiere mantener la actual, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet y reformada parcialmente en democracia.
Respaldo a nueva Constitución
Fuentes del Partido Socialista, formación con la que gobernó en 2006-2010 y 2014-2018, afirmaron que la visita de la expresidenta se debe a motivos ligados a su "agenda personal" y no ha trascendido ninguna actividad oficial, indicaron medios locales.
Horas antes, desde Lima, reafirmó su respaldo al cambio constituyente: "Yo tengo mi opinión muy clara de lo que debiera ser la decisión del 4 de septiembre. Ya lo he dicho antes, yo estoy por el apruebo".
"(La propuesta de carta magna) no es perfecta, más se acerca a lo que yo siempre soñé", dijo la alta funcionaria, citando al cantante cubano Pablo Milanés.
En junio, Bachelet anunció que dejará el cargo de alta comisionada el próximo 31 de agosto y confirmó su retorno a Chile -que se concretará después de esa fecha- por "motivos personales y familiares".
"Mi país me necesita (...) No me han pedido algo en específico, pero quiero estar allí, Chile está viviendo un momento muy importante en su historia", dijo entonces.
Plebiscito
El próximo 4 de septiembre, los chilenos están llamados a las urnas para elegir entre la Constitución vigente o una nueva, un proceso que se abrió en 2020 como la vía política para amainar una masiva ola de protestas por la igualdad.
En la campaña de cara a esta histórica la votación, la derecha se ha alineado para rechazar el nuevo texto, al que califican de "partisano" e "indigenista", mientras que la izquierda ha decidido animar a la ciudadanía a votar por aprobar la nueva ley, enfocada a engrosar los derechos sociales.
Durante meses, los sondeos dieron por vencedora la opción de aprobar el nuevo texto, pero ahora, las principales encuestas señalan una mayor preferencia ciudadana hacia mantener la ley actual. (EFE)
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