Según la encuesta realizada por GFK Adimark, en el 2007 el 66% de los chilenos se consideraba católico. En 2017 esta cifra se redujo a un 59%. Además, el 19% se considera ateo.
Al segundo día de la llegada del papa Francisco a Chile, la presencia de la comunidad católica del país se hizo presente en el recibimiento al sumo pontífice. Sin embargo, las recientes cifras indican que esta ha ido disminuyendo en los últimos diez años. Así lo dio a conocer la encuesta GFK Adimark que reveló que solo el 59% de chilenos se considera católico. En el 2007, esta cifra llegaba al 66%.
Además, las cifras han ido aumentando en quienes afirman considerarse ateo o agnóstico (de un 14% a 19%). Según el estudio presentado por Latinobarómetro, solo el 36% de la población afirmó tener confianza la iglesia católica frente a un 63% de peruanos. La directora de la encuestadora, Marta Lagos, indicó que el punto de quiebre en el país chileno es la condena por abusos sexuales que el Vaticano dictó en 2011 contra el sacerdote Fernando Karadima.
Católicos en Latinoamérica
Latinobarómetro indicó que los países más católicos son Paraguay (89%), México (80%), Ecuador (77%) y Perú (74%). También reveló que los más agnósticos son Uruguay (41%), Chile (38%) y El Salvador (30%).
Según el sondeo, los latinoamericanos evalúan al papa Francisco con un 6,8, una nota inferior al 7,2 que recibió en 2013 cuando asumió el cargo. Al filtrar las respuestas según la religión que profesan los encuestados, los católicos le dan una nota de 7,7 a Jorge Mario Bergoglio, los evangélicos un 5,1 y los ateos o agnósticos un 5,3.
En Chile
El filósofo chileno y director de la revista Humanitas, Jaime Antúnez, estuvo en Ampliación de Noticias y explicó que el problema de la caída de la comunidad católica es “un tema propio de la sociedad”. Además, se pronunció sobre los atentados contra templos días antes de la llegada de Francisco a Chile.
“Son grupos activistas que están en un sector opositor. Pero esto no se puede atribuir a un problema regional o local. En Argentina se presentó un problema similar, pero no fue tan fuerte. Son redes violentistas que malinterpretan sus creencias para crear violencia”, dijo.
Comparte esta noticia