China recibió este lunes al año del "mono de fuego" con numerosos festejos en la capital y en el resto del país, que espera que el nuevo signo lunar traiga la buena fortuna con la que le define el zodiaco.
Desde poco después del amanecer, decenas de budistas llegaban al Templo del Lama en Pekín para rezar junto a los monjes tibetanos que lideran la ceremonia el día de Año Nuevo Lunar, cuando los devotos de los distintos credos que se siguen en China llenan los centros religiosos.
Cerca, en el Templo de la Tierra, la espiritualidad daba paso a una mezcla de tradición y pura celebración, con rituales de la época imperial y danzas clásicas, como la del león, representadas en medio de un parque lleno de variopintos puestos de feria, con todo tipo de alimentos y juegos para niños.
Un amplio repertorio del que disfrutaron los decenas de miles de pequineses y visitantes que se acercaron este lunes en masa a celebrar, casi siempre en familia, la entrada de un nuevo año lunar, también entre fuertes medidas de seguridad ante las aglomeraciones y la afición de la población a lanzar fuegos artificiales en días señalados.
Estas celebraciones se replicaron en varias ciudades del mundo donde existen comunidades chinas.