Millones de pangolines son sacados de su hábitat natural para usarlos en medicina tradicional, un tema que ahora se convierte en un riesgo para la salud humana.
Tras darse a conocer que el pangolín, un pequeño mamífero conocido por sus escamas y amenazado de extinción, podría ser un animal clave en la transmisión al hombre del nuevo coronavirus, organizaciones vienen advirtiendo sobre su consumo.
Por ejemplo, la Sociedad Mundial para la Protección de los Animales ha señalado que muchos de estos animales son "robados" de la naturaleza para su uso en la medicina tradicional en Asia y África, un problema que se convierte en un riesgo para la salud humana.
Esta ONG, conocida en inglés como World Animal Protection, destaca que entre 2010 y 2015 se contabilizaron 1.270 incautaciones en 67 países y se requisaron 120 toneladas de partes del cuerpo y escamas, así como 46.000 cadáveres.
Ante esta situación, "no es sorprendente escuchar que los pangolines estén implicados en el brote de coronavirus", afirma la organización. El tráfico ilegal de pangolines provoca un "terrible sufrimiento a estos animales" y, además, "pone en riesgo la salud de las personas, como podemos ver ahora", apunta la organización.
La comercialización del pangolín, recoge el comunicado, "comienza en comunidades rurales remotas en algunos de los países más pobres del mundo", donde "la detección y la aplicación de la legislación nacional e internacional sobre el tráfico ilegal es difícil".
En estos lugares, los pangolines "son cazados y cruelmente sacrificados para extraer sus escamas y su carne. Según señaló la ONG, cadáveres y escamas "se venden a intermediarios urbanos" y de ahí pasan al comercio ilegal en Vietnam y China, donde se cree que la fabricación de medicinas a base de escamas "posee propiedades como la curación de la impotencia y la infertilidad o la estimulación de la lactancia", entre otras.
En la actualidad, hay ocho especies de pangolín, cuatro asiáticas y cuatro africanas, en peligro de extinción en los 51 países donde viven, según la ONG. Estos animales se caracterizan por ser "criaturas nocturnas, solitarias y generalmente viven en huecos de árboles o madrigueras", y "son los únicos mamíferos con escamas en el mundo".
EFE
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