El proyecto es criticado incluso por movimientos feministas, pues consideran que perpetúa la desigualdad de género y no resuelve el problema del acoso.
El Concejo de la ciudad de Bogotá, en Colombia, aprobó un proyecto que da preferencia a las mujeres para que se sienten en los buses del Transmilenio durante las horas punta. Según Marco Fidel Ramírez, concejal y autor de la propuesta "Más mujeres sentadas, más mujeres protegidas", la aplicación de la medida reducirá las cifras de acoso sexual y tocamientos en este medio de transporte público.
Sin embargo, el documento ha generado críticas por parte de una minoría en el Concejo y también de la ciudadanía. En declaraciones que recogió El País, la concejal Lucía Bastidas sostuvo que la respuesta al acoso no es el segregacionismo. En su lugar, dijo que “mejorar la calidad del servicio y la infraestructura, además de difundir mayor cultura y respeto” es más efectivo.
Críticas desde el feminismo. El diario también presentó la opinión de la colombiana Mar Candela, líder del Movimiento Feminista Artesanal. Según explicó Candela, este tipo de normas no solo perpetúan el problema de la desigualdad, sino que refuerzan la idea equivocada de que el feminismo representa una guerra contra los hombres.
“A nosotras las feministas nos han acusado falsamente de odiar a los hombres y de suponer que todo hombre es un abusador, acosador y violador per se. Cuando se postulan estas leyes, se refuerza esa mentira”, señaló. La capital de Colombia registra el número más alto de denuncias de violencia sexual en todo el país. Tan solo en el 2016 se presentaron 3,518 casos.
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